Sábado 22 de diciembre de 2012, p. 21
Madrid, 21 de diciembre. Artur Mas fue relegido hoy como presidente de la Generalitat de Cataluña para los próximos cuatro años, cargo desde el que aspira a concluir el proceso de independencia de España, mediante una consulta ciudadana prevista para antes de que finalice el año 2014.
Mas recibió el apoyo de 71 diputados, 50 de Convergencia i Unio (CiU) y 21 de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), mientras 63 legisladores lo hicieron en contra; un diputado no votó.
El dirigente democristiano catalán es así el primer mandatario de esta próspera región que aspira a lograr un Estado propio para Cataluña, con sus instituciones fiscales, financieras, judiciales y legislativas propias. Las reivindicaciones nacionalistas son añejas, desde hace más de tres siglos, pero la relación entre Madrid y Barcelona se ha deteriorado desde 2010.
El divorcio reciente entre catalanes y españoles tiene tres razones: el rechazo, en 2010, por el Tribunal Constitucional del estatuto de autonomía votado y aprobado por el Parlamento catalán y ratificado por la ciudadanía.
Independencia
En segundo lugar, la negativa del gobierno español del conservador Mariano Rajoy de modificar el pacto fiscal para que Cataluña reciba más de lo que ingresa actualmente, y que supone menos de 50 por ciento de lo que recauda. Y, por último, la guerra sucia emprendida desde Madrid contra el nacionalismo catalán.
Sobre este último punto, destacan dos aspectos delicados: la marginación de la lengua catalana en favor del español, y la filtración en plena campaña electoral de documentos apócrifos en los que se acusó a mandatarios catalanes de desviar dinero público a Suiza y que se demostró eran falsos.
Sólo en este escenario se entiende que dos partidos históricamente enfrentados, como son CiU y ERC, hayan firmado un pacto de gobierno estable bajo dos pilares irrenunciables: promover la consulta de independencia antes de que finalice 2014 y desarrollar nuevas políticas contra la crisis, entre ellas, medidas fiscales que graven más a las grandes fortunas.
Mas advirtió: Hago una llamada a aquellos que estén a favor del derecho a decidir, que hagan un esfuerzo para adaptar los marcos legales, que no tienen por qué ser necesariamente la Constitución, para que se haga una consulta legal
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La respuesta de Madrid la dio el ministro de Defensa, Pedro Morenés, quien lanzó: El ejército está tranquilo, pues tiene especial confianza en el Ejecutivo, que sabe exactamente lo que debe hacer
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