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La prima ballerina assoluta festejó 92 años llena de felicidad y rodeada de admiración

Cuba y el mundo de la danza se rinden ante Alicia Alonso

Recibió la medalla Aniversario en reconocimiento a sus desvelos para lograr que el estudiantado cubano identifique al ballet como un arte del pueblo, lejos de elitismos y privilegios, informan

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Alicia Alonso, ayer, durante el agasajo por su cumpleañosFoto Abel Ernesto
 
Periódico La Jornada
Sábado 22 de diciembre de 2012, p. 3

Cuba y el mundo de la danza están de fiesta. La prima ballerina assoluta Alicia Alonso cumplió ayer 92 años llena de felicidad y, sobre todo, rodeada por la admiración y el cariño de cientos de discípulos, amigos y familiares.

La celebración se inició el jueves por la noche con una gala en el teatro Karl Marx, en La Habana, que le dedicó la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), instancia que cumple 90 años.

Ahí, Alonso recibió una moneda conmemorativa Aniversario, distinción que reconoce en la bailarina sus desvelos para lograr que el estudiantado cubano identifique al ballet como un arte del pueblo, lejos de elitismos y privilegios, así como también por los momentos en que bailarines y jóvenes, juntos, han escrito páginas imborrables en defensa de la cultura, informó la Agencia Cubana de Noticias (ACN).

El Ballet Nacional de Cuba, fundado por Alonso en 1949, interpretó las obras En la sombra de un vals, Contraconcerto, Don Quijote, pas de deux y el segundo acto de El lago de los cisnes.

También se rememoró que en septiembre de 1956 la agrupación dancística, acompañada por la FEU, ofreció una histórica presentación que la federación organizó como un acto de desagravio a Alicia Alonso y en defensa de la cultura frente a la tiranía del entonces presidente Fulgencio Batista.

“El estadio universitario de La Habana acogió aquella actuación de la prima ballerina y su compañía como una acción por la libertad y por la vida. El espíritu del cisne que iluminó aquella noche, marcó el camino de la lucha de una generación en aras de la patria”, detalló la ACN.

Solista del American Ballet Theatre

Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo nació el 21 de diciembre de 1920, en La Habana.

Hija de padres españoles, la bailarina y coreógrafa fue la más pequeña de cuatro hermanos. Inició su aprendizaje de la danza a la edad de nueve años. Bailó con el nombre de Alicia Martínez, y fue después de casarse en Estados Unidos con Fernando Alonso, cuando tenía 15 años, que cambió su apellido.

En Nueva York estudió en la escuela del American Ballet Theater, donde fue solista entre 1939 y 1940, y después con Vera Volkova en Londres.

A los 19 años de edad, Alicia sufrió una enfermedad en un ojo por lo que quedó parcialmente ciega. Sus compañeros de baile debían estar siempre en el lugar exacto donde ella esperaba y se utilizaban luces en sitios diferentes del escenario para guiar a la artista.

Entre 1955 y 1959, Alicia Alonso bailó cada año con los ballets rusos de Montecarlo como estrella invitada. Fue la primera bailarina de América Latina en actuar en la entonces Unión Soviética y la primera representante del continente americano en el Bolshoi y el Kirov en los teatros de Moscú y Leningrado (San Petersburgo) en 1957 y 1958, respectivamente.

Durante décadas, Alicia Alonso realizó giras por países europeos, en Asia, en el norte y sur de América. Fue estrella invitada en el Ballet de la Ópera de París, el Royal Danish Ballet, y el Bolshoi, entre otras compañías.

Apoyo del gobierno revolucionario

Alicia Alonso fundó en 1948, en La Habana, el Ballet Alicia Alonso (antecedente del Ballet Nacional de Cuba).

Desde ese momento, sus actividades se dividieron entre el American Ballet Theatre, el Ballet Ruso de Montecarlo y su propia compañía, que se mantuvo con muy escaso o ningún respaldo oficial hasta 1959, año en el que el gobierno revolucionario de Cuba le ofreció apoyo total.

Este viernes, la prima ballerina assoluta recibió un agasajo especial por su cumpleaños en la sede de su segundo hogar, el Ballet Nacional de Cuba.

Feliz, jovial, llena de planes profesionales, celebró junto a figuras y trabajadores de la emblemática compañía que ella sigue dirigiendo, así como familiares, amigos, niños de los talleres vocacionales y admiradores.

En una entrevista concedida en mayo pasado a La Jornada, Alicia Alonso, la leyenda e inigualable Giselle y Carmen, señaló que a la vida, lo único que le pedía era tiempo: más tiempo. ¡Voy a vivir 200 años!.

Ayer, La Habana y el mundo del arte se iluminaron con esa energía.