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La misión entusiasma por igual a científicos y aficionados a la astronáutica

El Curiosity revitalizó la NASA, que estaba inmersa en descrédito

Muchos dijeron que perdimos el camino, pero la agencia demostró que sabe investigar, afirmó un administrador asociado

El Internet facilita la difusión de logros del vehículo robot

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El vehículo robot Curiosity, con seis ruedas y 900 kilogramos de peso, aterrizó el 6 de agosto de 2012 en MarteFoto de la NASA
 
Periódico La Jornada
Sábado 22 de diciembre de 2012, p. 2

Washington, 21 de diciembre. Aterrizaje confirmado, gritó el ingeniero Allen Chen. Estamos seguros en Marte. El cambio llegó por una señal de muy alta frecuencia. A través de una sonda y varias antenas, el esperado sonido alcanzó el 6 de agosto de 2012 el centro de control de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) en la ciudad de Pasadena, California.

Tras seis años de trabajo de desarrollo y un vuelo de ocho meses por el espacio, el vehículo robot Curiosity aterrizó sobre el planeta rojo, y entre el júbilo que se vivía en el centro de control se mezcló ante todo un sentimiento: alivio.

La NASA no estaba viviendo sus mejores momentos: fuertes recortes presupuestarios y el final de la era de los prestigiosos transbordadores, que viajaron al espacio durante 30 años, minaron la confianza de la agencia. Las noticias de éxitos eran una rareza y se buscaba con urgencia una nueva misión que entusiasmara por igual a científicos y aficionados a la astronáutica.

Muchos dijeron que la NASA perdió su camino, que ya no sabemos cómo se investiga y que no tenemos más valor, dijo John Grunsfeld, administrador asociado de la NASA. Por este motivo, todas las esperanzas estaban puestas sobre un robot con seis ruedas y 900 kilogramos de peso: el Curiosity (curiosidad).

A raíz de los recortes presupuestarios, la misión de 2 mil 500 millones de dólares es la última de las misiones planetarias de la NASA en el futuro cercano, según el diario The New York Times, y era extremadamente arriesgada. Sólo con una falla el Curiosity se habría convertido en un montón de chatarra y la NASA habría sufrido un nuevo gran fracaso.

Pero el vehículo robot logró aterrizar en la superficie marciana y, de golpe, volvió a poner en la senda del éxito a la agencia espacial estadunidense. Ahora podemos decir que la NASA sabe cómo se investiga. Hemos investigado y estamos en Marte, reviró Grunsfeld.

Nuevos proyectos

Se había colocado la piedra fundamental para una misión tripulada a Marte en las próximas dos décadas. Y en el entusiasmo del éxito del Curiosity, la NASA anunció una serie de nuevos proyectos: en 2020 se lanzará el próximo vehículo robot a Marte y hasta 2018 deberán ponerse en marcha nuevas misiones, entre otras, para la exploración de la atmósfera alta de ese planeta. Algunos de estos planes se realizarán en colaboración con la Agencia Espacial Europea.

Pero el Curiosity no sólo se posó seguro sobre Marte, sino superó todas las expectativas: en los primeros segundos envió fotografías en blanco y negro, y poco después siguieron las fotos a color, panorámicas, videos y las primeras mediciones. Se ofreció una conferencia de prensa tras otra, en las que se anunciaban éxitos en cascada: el Curiosity se traslada, el Curiosity cava, el Curiosity emite rayos láser.

El vehículo descubrió un lecho de río seco, superó tormentas, mide viento, condiciones meteorológicas, aire y presión y envía miles de datos a los entusiasmados investigadores en Tierra. Pero no sólo científicos, sino también cientos de miles de aficionados a temas espaciales lo siguen mediante Twitter o Facebook.

Información accesible

Además, el vehículo robot también pule la imagen de la NASA. Ya no hay científicos vestidos con traje y gafas que dicen cosas ininteligibles, sino investigadores jóvenes con camisas polo sentados en el centro de control y en los estrados en las conferencia de prensa. Con términos simples, explican la misión, hacen bromas y envían fotografías por Twitter.

Uno hasta se hizo famoso gracias al Curiosity. Bobak Ferdowsi se convirtió en un astro en Internet al lucir un peinado mohicano en el centro de control, durante el aterrizaje de la nave en Marte.

Ferdowsi recibió incluso propuestas matrimoniales y tiene un programa de radio propio.

En 2013, si todo sigue como se espera, el Curiosity continuará conociendo el planeta rojo. Y es que pese al gran entusiasmo, el propósito de esta misión, prevista para dos años, está lejos de ser alcanzado. El vehículo robot aún no descubrió señales de vida, si bien una primera información abre grandes esperanzas: halló moléculas orgánicas.

Sin embargo, primero se debe determinar si éstas realmente proceden de Marte antes de que la NASA pueda volver a celebrar otro éxito.