Dave Brubeck
ave Brubeck moría la mañana de este 5 de diciembre y la noticia reptaba de golpe por todos lados. En los circuitos del jazz, todo mundo lo comentaba, aunque no todo mundo lo lamentaba con la misma intensidad… Habiendo incluso uno que otro radical al que le vino valiendo sombrilla la partida del maestro. Y es que el caso Brubeck resulta muy particular desde diferentes puntos de vista, pero sobre todo desde las diversas reacciones ante el apabullante éxito de este pianista californiano.
La gigantesca popularidad alcanzada por Dave Brubeck a mediados del siglo XX siempre fue vista con recelo por ciertos sectores de jazzófilos. Su aparición en la portada de la revista Time (sólo un jazzista –Louis Armstrong– lo había logrado previamente) empezó a despertar las suspicacias de algunos puristas; y más aún cuando en 1959 graba el álbum Time Out, en el cual venían incluidas Blue rondo a la turk y Take five –ésta compuesta por el saxofonista Paul Desmond, fue uno de los mayores éxitos del Dave Brubeck Quartet y del jazz mismo en su conjunto– alcanzando la descomunal venta de más de un millón de copias.
Take five fusionaba a la perfección una línea melódica fresca, danzarina, pegajosa; un impresionante compás de cinco cuartos (no muy común en aquel entonces) y un luminoso juego armónico que le daba vida al así llamado jazz de la Costa Oeste. Esto le gustó a muchos jazzófilos de tiempo completo, pero abrió también las puertas del jazz a infinidad de chavalillos, que veían en Brubeck una suerte de gurú que los guiaba por las nuevas rutas de la síncopa. Otras rolas del cuarteto, como In your own sweet way y The duke, tuvieron un efecto similar. No obstante, el fundamentalismo jazzero tachó estas rolas de simplemente bonitas
y el fallo fue inapelable.
Aun así, el maestro Brubeck ha pasado a la historia como una leyenda y un icono occidental, resaltando también que sus presentaciones se daban casi exclusivamente en universidades y salas de concierto, a diferencia de los bares boperos, donde las copas, el humo y los claroscuros eran parte de la escenografía. En este punto, valdría la pena aclarar que los Dialogues for Jazz Combo and Symphony Orchestra es una obra de Howard Brubeck, y no de Dave –su hermano– como alguna gente piensa.
Dave Brubeck visitó siete veces nuestro país para ofrecer una serie de conciertos, y Pablo Prieto, excelente baterista mexicano, además de admirador y amigo personal de Brubeck, nos proporciona las fechas exactas.
Abril 23 y 25 de 1964, en el Palacio de Bellas Artes, con Paul Desmond, Eugene Wright (contrabajo) y Joe Morello (batería). Mayo 12 de 1967, en el Auditorio de la Reforma, en Puebla, con su cuarteto y el apoyo de Salvador Agüero Rabito en las congas y Chamín Correa en la guitarra. Mayo 13 y 14 de 1967 en el Palacio de Bellas Artes y en el Auditorio Nacional. Mayo 24 de 1968, en el Auditorio Nacional, con Gerry Mulligan en el sax. Julio 23 de 1971 en el Palacio de Bellas Artes. Febrero 6 y 8 de 1975, en el Auditorio Nacional, con el espectáculo Two generations of Brubeck, actuando con sus hijos, además de Jerry Bergonzi (sax), Perry Robinson (clarinete) y Peter Ruth (armónica). Septiembre 28 y 30, y octubre 2 de 1976, con sus hijos Darius, Danny y Chris, además de Peter Ruth y Paul Desmond, quien moriría al año siguiente, el 30 de mayo.
Pablo Prieto ha dado varios conciertos en homenaje a Dave Brubeck. Él nos comenta: “En 1985 fui a tocar al Festival de Montreal y platicamos. Desde entonces mantuvimos comunicación. En 2006 le mandé la grabación de In your own sweet way, de mi disco Body & Soul, y le gustó de tal manera que envió una nota felicitándonos. Brubeck marcó mi vida musical y decidí hacerle tributo en vida a finales de octubre, sin saber que nos sorprendería la fatal noticia. En estos conciertos están Alejandro Mercado al piano, Jaime Ferrada al contrabajo y Federico Hultz en el sax alto”. La última fecha del homenaje será el 26 de diciembre en el Centro Cultural España.
Después del concierto de 1967 en Puebla, la revista de American Airlines publicó: “Stanley y Helen estuvieron en México el pasado fin de semana –Stanley como representante de Saturday Review y Helen por Down Beat– cubriendo el Festival de Música de Puebla. Ellos informan que Dave Brubeck y su cuarteto estuvieron sensacionales, robando los aplausos de Dizzy (Gillespie) y (Thelonious) Monk. Los hits discográficos de Brubeck fueron reconocidos inmediatamente y cada tema recibió una ovación de pie.
Pero el estrépito salvaje de aprobación se produjo cuando Dave presentó a dos jóvenes mexicanos, Salvador Agüero en los bongós y Ben Correa en la guitarra. Dave califica a Agüero como uno de los percusionistas en ciernes más finos que jamás haya escuchado.” De este concierto surgió el álbum Bravo Brubeck.
Salud.