El artista visual Jorge Ismael Rodríguez toma con humor la predicción maya que supuestamente fija el fin del mundo para el 21 de diciembre: ¿Y si deveras pasa, qué hacer? Pero, si no ocurre, ¿cómo debemos de proceder?

Cualquiera que sea el desenlace, el escultor y performancero no desea estar desprevenido e ideó una propuesta.

Se trata del proyecto Fin del mundo: mayas 21.12.2012, acción artística colectiva y de alcances multitudinarios, con la cual el creador desea despedirse de manera lúdica de sus amigos y del planeta, en caso de que la catástrofe sea real.

O bien, si se trata sólo de uno de esos tantos augurios apocalípticos que han proliferado a lo largo de la historia, aprovecharlo para invitar a reflexionar sobre esta segunda oportunidad que nos da la vida para mejorar la caótica situación que vive la humanidad.

Esta idea nace de mi interés de hacer obras o acciones artísticas mediante las que pueda entablar un diálogo con las personas. Pensé que el del fin del mundo era un tema muy interesante para ello, puesto que tuvimos un fin de siglo y de milenio muy tranquilo, sin historias apocalípticas, explica.

El mundo está hecho un caos, hay guerras cuya razón es la sinrazón; la naturaleza responde a las agresiones que le hacemos y a la evolución del planeta. Fue por eso que este tema me pareció ideal para crear vínculos con muchas personas.

Por aprovechar el día a día

El propósito de esta acción artística, adelanta Rodríguez, es reflexionar sobre las condiciones de la humanidad y lo necesario que es aprovechar día a día la vida.

Un tanto en broma, pero es un llamado de atención: el mundo está muy mal y no podemos seguir impasibles ante ello.

Esta iniciativa consta de seis fases, cuatro de las cuales han tenido lugar en el transcurso del año, una está en proceso y la última deberá ocurrir el 22 de diciembre, siempre que el mundo prosiga su marcha. En todas, Internet y las redes sociales han tenido un papel determinante.

La primera etapa consistió en enviar, por Facebook, un cuestionario a 200 artistas o personas de los cinco continentes relacionadas con la cultura; se les pide su postura sobre la predicción maya del supuesto fin de los tiempos.

¿Cómo piensas que será el fin del mundo?, ¿qué harás antes de que se acabe nuestro mundo? y ¿qué harás en el improbable caso de que el mundo no se acabe el 21/12/2012 y tengas una sorpresiva nueva oportunidad de vivir?, son tres de las seis preguntas planteadas por el creador, quien dejó abierta la posibilidad de ser respondidas con una obra o un hecho artístico.

Las preguntas fueron redactadas en español y traducidas de manera automática en una página en Internet. Lo mismo ocurrió con las respuestas, vertidas al español por el traductor de Google.

“Este procedimiento hace un guiño a la construcción de la Torre de Babel y tiene la intención de generar un poco de confusión. El esfuerzo compartido para entender la intención de los textos me hace ser optimista (...) Con suerte tendremos un segundo chance”, dice Rodríguez.

Recibió un centenar de respuestas, entre cuestionarios y piezas artísticas, de lo cual se hizo una selección con la que montó El Museo del Fin del Mundo.

Esta fase consistió en una exposición presentada en Francia el pasado agosto, en el Castillo de Chevigny, como parte del noveno Festival Internacional de Artes Visuales de Auxios, en la región de Burgundy.

Los textos de los cuestionarios y las obras fueron presentados a manera de instalaciones, además de que el creador realizó en ese poblado un performance con el que buscó anticipar y simular la conclusión del mundo.

Rodríguez registra a diario en su dirección de Facebook la cuenta regresiva para la fecha indicada por el calendario maya, el 21 de diciembre, y sube un texto diferente de los participantes.

A ello se suma la creación de un blog con la versión electrónica del museo al que se accede en la dirección museedelfindumonde.blogspot.mx.

La última etapa comenzará el 22 de diciembre, un día después del fin del mundo; se construirá una pieza artística a partir de lo que los participantes respondieron que harían en caso de que la predicción maya fuese errónea.