n una entrevista que la secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos concedió recientemente a la cadena de televisión PBS dijo que existen grandes posibilidades de que, por fin, el Congreso se decida a elaborar una reforma migratoria integral
para reparar el disfuncional sistema nacional en la materia. Señaló que una vez que se acuerde la forma de reducir el déficit fiscal, muy probablemente se inicien las discusiones sobre la reforma pospuesta en varias ocasiones. Fue enfática al asegurar que el reclamo sobre la porosidad de la frontera entre México y Estados Unidos se había reducido sustancialmente, por lo que los republicanos no debían esgrimir ese pretexto esta vez. Según un estudio de la organización PEW, la migración indocumentada ha perdido dinamismo por diferentes razones, una de ellas, la sobrevigilancia de la patrulla fronteriza.
La discusión sobre la reforma ha dado un vuelco dramático después que el Presidente fue relecto con importante participación de la comunidad migrante, particularmente la de origen latinoamericano. Parece que esta vez no sólo los demócratas sino también los republicanos están interesados en reconstruir el sistema migratorio estadunidense. Si se atienden los proyectos de reforma que en el pasado se intentó aprobar, es posible que el cambio profundice en aspectos tan diversos como la reunificación familiar, que hasta ahora se ha realizado en forma parcial y casuística; que se agilice el sistema para expedir visas, y se revisen las cuotas para éstas, y permisos de trabajo temporal. Y, por supuesto, que se estudie la forma en que los más de 11 millones de indocumentados obtengan una vía para permanecer en el país y adquirir la nacionalidad estadunidense.
Los representantes de diferentes organizaciones latinas coinciden en que no es gratuito el interés de los legisladores en la reforma migratoria. Han dicho, con razón, que la presencia de la población de origen latino en las urnas fue un importante factor en la relección de Barack Obama. Los demócratas saben que esta vez no deben escatimar esfuerzos para discutir y aprobar una reforma. Por su lado, parece que los republicanos por fin han caído en la cuenta de que sin los votos de la cada vez más numerosa población de origen latino les será muy difícil alcanzar nuevamente la presidencia y un puñado de puestos de elección.
En el Partido Republicano ya hacen planes para integrar a los latinos a las filas de ese partido. Por lo pronto realizarán una campaña en la que exaltarán las coincidencias que predominan entre los valores culturales de algunos segmentos de esa población y los que predica ese partido.
La sorpresa es que durante la entrevista, la secretaria Napolitano anunció que en México se habla sobre la posibilidad de crear una patrulla fronteriza mexicana en el norte del país. Vale preguntar, ¿su función será la de atrapar indocumentados estadunidenses?