Los restos de la bailarina y coreógrafa fueron cremados, informó su hija a La Jornada
diosa de la danza,
Terpsícore viviente
El gremio evoca la trayectoria de la intérprete de los pies alados
, quien logró la perfección en línea
Su apariencia de estatua helénica impresionaba en el escenario: Patricia Aulestia
Martes 11 de diciembre de 2012, p. 4
Gloria Mestre (1928-2012), quien falleció el domingo de un paro cardiaco en su casa de la ciudad de México, (La Jornada, 10/12/12), es recordada por el gremio dancístico como la bailarina de los pies alados, la diosa de la danza y la Terpsícore viviente
que logró la llamada perfección en línea.
Los restos de la bailarina y coreógrafa tabasqueña fueron velados en la funeraria Gayosso de Sullivan y cremados ayer por la tarde en el Panteón Español, informó a La Jornada su hija Glorialinda Silva.
Hace unos días, indicó que Mestre recibió un reconocimiento por su trayectoria artística en Villahermosa y regresó muy contenta a la ciudad de México, pero después empezó a tener problemas respiratorios. A la bailarina y actriz le sobreviven su hija, tres nietos y dos bisnietos.
En varias entrevistas con motivo del homenaje que recibió en 2004 de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Mestre expresó que nació para la danza.
Se consideraba un ser privilegiado al realizar durante toda su vida lo que siempre le gustó: bailar, a pesar de que sus padres se opusieron a que siguiera esa profesión. Decía que si volvía a nacer, otra vez sería bailarina.
La mejor intérprete de ballet
Gloria Mestre fue considerada como la mejor bailarina de ballet en México desde mediados de los años 40, la mejor en la danza moderna, actriz en teatro, cine y televisión. En su autobiografía Gloria Mestre: senderos de gloria, publicada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el gobierno de Tabasco, escribió que nunca tuvo miedo de vivir en el extranjero, ingresar a un ballet de otro país o entrevistarse con presidentes.
La bailarina recordaba con cariño a su madre, Carmen Rodríguez de Mestre y a su padre, el cirujano Manuel Mestre Ghigliazza, quien fue gobernador de Tabasco. Comenzó su carrera en la Academia Alma Mexicana y después ingresó a la Escuela Nacional de Danza, fue discípula de Martha Graham, Bronislava Nijinska y David Lichinne.
La bailarina y coreógrafa Patricia Aulestia, quien acaba de publicar el libro La danza: hojas de papel volando, publicadas en el diario Cine Mundial entre 1953 y 1963, dijo ayer que Mestre fue una gran figura del ballet, pero debido a razones económicas incursionó en otros ámbitos como la televisión y el cine.
Era una mujer esplendorosamente bella, tenía una apariencia de estatua helénica y eso impresionaba mucho en los escenarios. Felipe Segura la describía como una diosa
, recordó Aulestia.
Comentó que Mestre, junto con José Silva, su esposo, presentó la primera versión de El lago de los cisnes en Chapultepec, y en su libro se reproducen opiniones de críticos sobre la actuación del Ballet Chapultepec, creado por ella.
La directora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón, Elizabeth Cámara, dijo que Mestre incursionó en diversos terrenos de la danza y trabajó en el cine.
“Algo muy memorable de Gloria –aseveró Cámara– y de Laura Urdapilleta es que poseían piernas que son de una línea preciosa, fuertes, para desempeñarse como excelentes bailarinas.”
Para la directora del centro de investigación, Gloria y su esposo, José Silva, fueron grandes promotores de la danza contemporánea en el país. Elogió el trabajo de Mestre con la bailarina y coreógrafa estadunidense Waldeen Falkenstein (1913-1993). “Algo digno de mencionarse es su trayectoria en el Ballet de la Ciudad de México, donde interpretó obras como Alameda 1900, Umbral y Fuensanta”, añadió Cámara.