Niega que hubiese podido salvarlo de morir
Jueves 6 de diciembre de 2012, p. 25
Nueva York, 5 de diciembre. El autor de una fotografía que muestra a un hombre justo antes de morir aplastado por un convoy del metro en Nueva York, Umar Abbasi, se defendió el miércoles de la avalancha de críticas de la que es objeto, alegando que no podría haber salvado a la víctima, ya que se encontraba demasiado lejos
del sitio del accidente.
Si volviera a suceder en las mismas circunstancias, tenga o no una cámara de fotos, no podría haber salvado en absoluto a (Ki Suk) Han
, de 58 años, empujado a la vía unos segundos antes por otro hombre con el que discutía, declaró Abbasi al canal de televisión NBC, explicando que estaba demasiado lejos
de la víctima en el andén cuando llegó el tren.
Por el contrario, dijo, la gente que estaba cerca de él podría haberlo agarrado y ayudado a subir
al andén. Pero nadie hizo el esfuerzo. La gente que estaba a metros de él no intentó ayudarlo
, insistió, en torno al accidente ocurrido el lunes en Manhattan, cerca de Times Square, después de lo cual un sospechoso fue detenido.
Quienes critican no estaban ahí, no tienen ni idea de la velocidad a la que ocurrieron los hechos
, explicó Abbasi a The New York Post, señalando que el andén tenía más de 150 metros de largo. El fotógrafo reiteró que quiso alertar al conductor del metro con su flash. Y reconoció que recibió pago por estas fotos. En cuanto a su publicación, no es mi decisión
, agregó.
Unas de las fotografías, que fue portada de The New York Post el martes, despertó una avalancha de críticas según las cuales el fotógrafo podría haber impedido el accidente. Las condenas fueron también contra el periódico.
A su vez, The New York Times, que reprodujo después la perturbadora imagen en su sitio de Internet, destacó el tratamiento moral y comercial desalentador
de la gráfica en cuestión.
Mintió reportera
Por otra parte, el diario Cape Cod Times, que se edita en Massachusetts, se disculpó ante sus lectores tras descubrir que una de sus periodistas había inventado los nombres de testigos en decenas de artículos publicados desde hace unos 15 años. Señaló que se trataba de la periodista Karen Jeffrey, contratada allí desde 1981, pero que ya no trabajaba para la publicación.
El engaño fue descubierto cuando se digitalizaron los archivos del diario. No pudimos volver a encontrar a 69 personas de los 34 artículos escritos desde 1998
, expresaron los editores.
La mayoría de los textos trataban temas como los preparativos para un huracán, el primer sufragio de jóvenes votantes o la fiesta nacional del 4 de julio.