Enfrentamientos entre partidarios y opositores al presidente Mursi
El gobierno prosigue la consulta sobre una nueva carta magna
Jueves 6 de diciembre de 2012, p. 24
El Cairo, 5 de diciembre. Al menos cuatro personas murieron y más de 350 resultaron heridas este miércoles aquí, en enfrentamientos entre manifestantes islamitas que apoyan al gobierno del presidente egipcio, Mohamed Mursi, y opositores del mandatario, al recrudecerse la crisis política que vive este país norafricano.
Se trata de los episodios más violentos desde la elección en junio pasado de Mursi, primer presidente islamita, quien provocó un enérgico rechazo de la oposición y de parte de la magistratura al otorgarse poderes excepcionales el pasado 22 de noviembre, con lo que puso sus decisiones a salvo de toda acción judicial y con lo que, alega, busca evitar que un sistema judicial aún dominado por personas asignadas por el derrocado Hosni Mubarak impidan la compleja transición política en Egipto.
El mandatario ha dicho que este decreto será temporal
, hasta que se promulgue una nueva carta magna.
Reportan ataques a periodistas
Los choques se produjeron frente al palacio presidencial Al Ethadeys entre seguidores de la Hermandad Musulmana, el partido religioso que llevó a Mursi al poder, y manifestantes liberales, que se encuentran acampando en la emblemática plaza Tahrir desde el martes para exigir la renuncia de Mursi.
La plaza Tahrir fue el epicentro en 2011 de las manifestaciones contra Mubarak, que provocaron que renunciara al poder, al que llegó en octubre de 1981.
Según medios de prensa, muchos de los islamitas, que sumaban unos 10 mil, también atacaron a periodistas.
Los simpatizantes de Mursi acudieron al lugar tras un llamado de Mahmud Ghoslan, vocero de la Hermandad Musulmana, quien convocó una manifestación en la sede presidencial para proteger la Constitución y la legitimidad
.
Los islamitas, que proclamaban a través de megáfonos su apoyo a Mursi, festejaron tras los disturbios su victoria
sobre los manifestantes liberales. También cubrieron con pintura los graffiti anti-Mursi que los inconformes hicieron en los muros del palacio presidencial el martes.
Durante los enfrentamientos los dos bandos se arrojaron piedras y bombas molotov.
Dos islamitas recibieron impactos en las piernas. Sus amigos dijeron que fueron balas disparadas durante los choques en las calles que rodean el recinto presidencial. Uno de ellos sangraba profusamente. Un grupo izquierdista afirmó que uno de sus integrantes fue atacado por musulmanes, quienes le cortaron una oreja.
El Ministerio de Salud informó de la muerte de cuatro personas durante los enfrentamientos y que 211 resultaron heridas. Pero más tarde medios informativos reportaron que eran cuatro los decesos.
Esta noche los manifestantes seguían en los alrededores del palacio presidencial, a pesar de los llamados a retirarse que hicieron, entre otros, el primer ministro Hicham Qandil y la Hermandad Musulmana.
La policía antidisturbios logró imponer un cordón de seguridad entre los manifestantes rivales delante del palacio de Al Ethadeys, pero los enfrentamientos seguieron con el lanzamiento de piedras en las calles adyacentes.
Por segundo día consecutivo, los alrededores de la presidencia en el barrio de Heliópolis fueron el epicentro de la crisis.
El martes al menos 10 mil personas se reunieron para manifestarse contra Mursi, quien fue orillado así a huir del lugar.
También hubo manifestaciones en otras ciudades del país, donde opositores saquearon e incendiaron locales de la Hermandad Musulmana, como en Ismailía y en Suez, en el noreste del país.
La oposición exigió de nuevo la retirada del decreto que refuerza los poderes de Mursi y la anulación del referendo del 15 de diciembre sobre el controvertido proyecto de Constitución.
En tanto, por conducto del vicepresidente Mahmud Mekki, se mantuvo la consulta oficial sobre la nueva carta magna, que es señalada por la oposición de no proteger algunos derechos fundamentales, como la libertad de expresión, y de abrir la puerta a un aplicación más estricta de la ley islámica o sharia.
El gran imán de Al Azhar, Ahmed Tayeb, la principal autoridad del islam sunita, exhortó a los egipcios a la moderación y al diálogo, cuando aparecieron las primeras dimisiones en el seno del equipo de Mursi, luego de que tres de sus consejeros renunciaron debido a la crisis política, informó la agencia Mena.
En el exterior, la Unión Europea y Gran Bretaña llamaron también a la moderación y Estados Unidos abogó por el diálogo.