Luis Buñuel fue celebrado en su cumpleaños 75 con un banquete ofrecido por el artista Alberto Gironella. Comprometido por la amistad, el cineasta español abandonó por una noche su autoexilio para acudir al festín en su honor, al lado de algunos amigos íntimos, entre ellos Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Roberto Matta y Alejandro Jodorowsky.

El libro Mesa para tres, editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, reúne en la memoria a tres grandes de la imagen: Buñuel, Gironella y Héctor García. Las fotografías de este último y de María García, captadas en la galería GDA en la ciudad de México, abren una ventana a este inusitado banquete. Una memoria específica y puntual de un irrepetible encuentro suscitado entre ellos una noche de 1975.

Buñuel en La puñalada trapera, ca. 1975, en imagen incluida en el libro

Una celebración, una exposición, un happening y una instalación ocurridas de manera simultánea que se consignan en el volumen que muestra a Buñuel con un lechón sobre el plato, a Cortázar posando a lo dandy, Gironella cargando en hombros un carnero, aludiendo a la película El ángel exterminador (1962), entre un singular grupo de comensales.

Era un árbol, un roble que movía el cielo y la tierra. Físicamente parecía una escultura de un santo barroco hecho a hachazos. Un genio del siglo XX, nos introduce a luis Buñuel en el volumen la pintora Carmen Parra, una de las testigos de la reunión y presentadora del libro esta noche a las 19:30 horas, en la Fundación Héctor García (calle Cumbres de Maltrata 587, segunda colonia del Periodista).