Convención 50 del CMB en Cancún
Famosos púgiles e invitados lo ovacionaron
Martes 4 de diciembre de 2012, p. a15
Cancún, 3 de diciembre. El boxeador que sobre el cuadrilátero volaba como mariposa y picaba como avispa, el que se consideraba a sí mismo el hombre más hermoso sobre la Tierra, el autonombrado y reconocido como el más grande de todos los tiempos, el simpatizante de las Panteras Negras y militante de la nación del Islam, también el recluta que se rebeló a pelear en Vietnam y el ciudadano estadunidense solidario con Cuba, Muhammad Alí, The Lip, fue consagrado Rey del Boxeo Mundial.
La ceremonia se realizó durante la inauguración de la convención 50 del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), en Cancún, donde los asistentes se estremecieron cuando Alí fue investido como monarca, por todo lo que simboliza no sólo como uno de los personajes más gloriosos de este deporte, sino sobre todo como un fragmento de la historia y la cultura popular del siglo XX.
Alí, Alí, Alí
, gritaban los asistentes y aplaudían emocionados, mientras el ex campeón entraba por su propio pie al escenario, visiblemente conmovido, acompañado de su esposa Lonnie Alí; también iban el presidente del CMB, José Sulaimán, y el ucraniano Vitali Klitschko, campeón de peso completo.
El rostro del legendario ex monarca seguía impasible, rígido y con los estragos visibles de la edad y del Parkinson en el cuerpo, pero la respuesta efusiva del público hizo que ese rostro fijo como máscara se esforzara por devolver una sonrisa.
La esposa del peleador no podía ocultar su emoción al ver la reacción que provocaba Alí ante el público y frente a peleadores famosos como Julio César Chávez o Vitali Klitschko. Fue un acontecimiento histórico para ella y Muhammad.
Está muy agradecido; me platicó que no podía creer que lo coronarían, quiere mucho a José Sulaimán y a la gente del CMB.
Klitschko, un gigantesco peleador imbatible como campeón en la categoría de los pesados, parecía un niño pequeño ante su ídolo y recordaba lo que representó en sus aspiraciones.
De niño mi sueño era ser campeón del mundo como Muhammad Alí, y hoy se ha hecho realidad; es un honor ostentar el mismo campeonato que él tuvo en tres ocasiones
, dijo el ucraniano.
El ritual de coronación adquirió momentos de emoción incontrolable para todos. Julio César Chávez y Saúl Canelo Álvarez le colocaron la capa a Alí, mientras Klitschko le puso la corona. Después Muhammad asumió el lugar central en el trono para recibir más ovaciones y miraba el revuelo que provocaba.
Sulaimán recordó el tiempo compartido con Alí, a quien conoce desde hace 40 años. Él fue mi héroe de toda la vida; recuerdo que en 1988, cuando visitó nuestro país, le dije que nos volveríamos a ver en México, y hoy estamos aquí para coronarlo como Rey del Boxeo Mundial, lo que lo convierte en el único pugilista que ostenta este título
, comentó el presidente del CMB.
Sulaimán también estaba visiblemente conmovido. Esta ceremonia ocurrió en la convención del organismo que dirige, a la que acudieron más de mil invitados, entre campeones y ex monarcas mundiales, mánagers y promotores de 165 países afiliados. Una reunión que celebra medio siglo y en la que este martes Sulaimán puede relegirse en el cargo que ostenta desde 1975.
En su trono, Alí miraba a todos. A veces serio y en ocasiones con esfuerzos para sonreír. Alí, el que había advertido que nunca se arriesgaría a repetir ese final lastimero que se sucede en toda una tipología de héroes caídos en desgracia, porque aseguraba que tenía sentido común.
Voy a dejarlo cuando tenga recuerdos para abandonar el boxeo a tiempo
, dijo en sus años de esplendor.
No me retiraré del boxeo con cicatrices, con las orejas como un par de coliflores, con la nariz aplastada; saldré intacto en lo físico, como estoy ahora
, agregó en aquel entonces.
Antes lo hacía con sus ojos de rey del mundo, como gritó cuando abatió violentamente a Sonny Liston la noche del 25 de febrero de 1964; desde este lunes, en Cancún, lo hacía como el Rey del Boxeo.
(Con información de Julio César Solís, corresponsal)