La trayectoria de dos grupos se unió para un solo fin: rocanrolear y contar/cantar historias desenfadadas, de amor y desamor, revestidas con la experiencia de cada una de las partes: la de Paco Tex, baterista por más de dos décadas de la banda Tex Tex; la de Memo, bajista, y la de Omar, guitarrista, fundadores de La Cúpula.

La historia de esta complicidad musical se inició de manera casual. La idea era que yo manejara a La Cúpula, pero el baterista de la banda desertó y ya se tenían contratadas fechas; ante tal situación, decidí echarme la paloma en sustitución de Fernando, el antiguo batuquero, dijo Paco Tex.

Eso ocurrió el 20 de mayo de 2011. Casualmente era una tocada en la que La Cúpula alternaba con Tex Tex. La gente se sorprendió cuando me vio en el banquillo de la batería, acompañando a Memo y Omar, en lugar de estar con Lalo y Chucho Tex, afirmó Paco, con su sonrisa característica.

Desde esa ocasión les pareció chida la naciente complicidad, tanto, que le pedimos a Paco que se integrara a la banda para sacar las demás fechas, dijo Memo.

Como resultado de esa convivencia está en circulación el disco The Mexican Macho, que con 10 rolas es el muestrario de ese proyecto, que tiene como premisa ser sólo una buena banda de rock.

Escogieron un par de esas rolas para que representen su quehacer: Hay dolor y Here Come. Esta última no es en inglés; la titulamos así porque es la forma en que los chavos piden a sus morritas que se acerquen, comentó Paco.

Hay canciones que Paco ya traía en la mochila (Con un poco) y otras que Memo y Omar habían preparado, como Ya no. Hay una con historia: Caite cadáver, de Jaime López. Las siete restantes son del trío, que poco a poco ha ganado solidez por diversos factores; por ejemplo, dijo Memo, Paco dio fuerza al grupo por su experiencia en cómo marcar la base rítmica en una banda.

Paco Tex aceptó: “Me prende estar en La Cúpula, me da ánimos de hacer, modestia aparte, un trio power. Estamos decididos a revitalizarnos musicalmente para que el proyecto crezca en esta tarea tripartita, donde la imagen frontal somos los tres. La prueba está, por ejemplo, en que todos cantamos, además de que somos conscientes que el hilo conductor de nuestro trabajo es la buena onda”.