La Piedad, Mich., 1° de diciembre. En dramático y polémico partido que se definió en tiempos extras, La Piedad se impuso 3-1 a Dorados de Sinaloa y con marcador global de 3-2 se coronó en el torneo Apertura 2012 de la liga de ascenso MX, con lo que tiene medio boleto para la primera división.

El árbitro Carlos Martínez realizó un mal trabajo: expulsó a cuatro jugadores con lo que los equipos terminaron con nueve elementos, dio por bueno un gol local que debió invalidar y salió bajo gritos de ¡ratero! de los propios aficionados que colmaron el estadio Juan Nepomuceno López, donde ya celebraban el título de la escuadra dirigida por Cristóbal Ortega.

Dorados llegó del primer duelo con ventaja de 1-0, pero el marcador global se empató apenas al minuto dos, con tanto de Manu García.

El silbante empezó a influir en el resultado al minuto 11, al expulsar de forma rigorista al visitante Javier Güemez.

Cerca del final del periodo (41), los Reboceros lograron el 2-0 por conducto del argentino Juan Cavallo.

Sin embargo, apenas al inicio del segundo (50) el paraguayo Gustavo Ramírez descontó para la visita, en un mal rechazo del portero Leonín Pineda.

Además, La Piedad se quedó con nueve jugadores por expulsión de Jesús Sánchez, roja por una artera plancha, y Carlos Cárdenas, por una discutible segunda tarjeta amarilla.

El 2-2 global forzaba los tiempos extras. Al minuto 88 Cuauhtémoc Blanco salió de la cancha lastimado de la rodilla izquierda. Después el veterano regresó rengueando a la cancha, aunque estuvo muy disminuido y ya no pudo influir en el duelo.

A los tres minutos del primer tiempo extra, Luis Martínez conectó de volea y marcó el 3-1 que significaba el título, pero el balón pasó cerca de su compañero García y el silbante no señaló el fuera de lugar.

El árbitro siguió con sus yerros al no marcar después un claro penal del portero visitante, Alfredo Frausto, sobre García.

Ya en tiempo de compensación, Frausto fue expulsado por dar un balonazo a un niño recogebalones y en su camino al vestidor empujó a los rivales que estaban en la banca.