Evade hablar de presuntos montajes en el caso Tres Marías y sobre denuncias de La Barbie
La SSP no tuvo competencia en relación con recomendaciones rechazadas a la CNDH, sostiene
Viernes 30 de noviembre de 2012, p. 5
Protegido por senadores de PRI y PAN, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, Genaro García Luna, sostuvo que rechazó tres recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) porque la dependencia a su cargo no tuvo responsabilidad en los hechos que se le imputan.
Durante su comparecencia ante integrantes de las comisiones de Derechos Humanos y Seguridad Pública del Senado, García Luna fue protegido una y otra vez con el argumento de que sólo debía responder cuestionamientos en torno a su negativa a aceptar las recomendaciones del ombudsman nacional.
Así, eludió contestar preguntas relacionadas con actos de corrupción en la Policía Federal (PF), los presuntos montajes en los casos Tres Marías y Florence Cassez, su supuesta vinculación con cárteles de las drogas, los presuntos sobornos que Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, dijo haberle entregado desde 2000, y una denuncia que tiene en Estados Unidos por la compra de vehículos con sobreprecio.
García Luna fue citado para explicar las causas de su rechazo a las recomendaciones 62/2010, 43/2011, 38/2012 y el incumplimiento de la 1VG/2012.
Se trata de asuntos que tienen relación con la muerte de 28 reos en el penal de Mazatlán, Sinaloa, el 14 de junio de 2010; la privación ilegal de la libertad de tres personas por un grupo de hombres armados en el ejido Juárez, municipio de Buenaventura, Chihuahua, el 29 de diciembre de 2009; la muerte de Jethro Ramsés Sánchez Santana, en Cuernavaca, Morelos, en mayo de 2011, y las violaciones a derechos humanos en el caso Ayotzinapa.
García Luna se limitó a responder: no fueron aceptadas porque los hechos que se mencionan no eran competencia de la secretaría
, y en el caso de Sánchez Santana los responsables ya están detenidos y se encuentran sentenciados por tribunales militares.
El perredista Fidel Demédicis confrontó a García Luna: miente, porque personal de la Policía Federal detuvo a Jethro y lo entregó a los militares
. Exhibió dos informes que acreditan esa situación, y dijo que cuando fue entregado a la 24 Zona Militar por los agentes federales el joven iba con vida
.
La senadora del Movimiento Ciudadano Layda Sansores dijo al funcionario que “si no se ha podido combatir la delincuencia organizada es porque aquí la ciudadanía cree que el cártel más poderoso de la delincuencia organizada está dentro de la SSP federal, y que quien la encabeza es el señor que está aquí presente (García Luna). Por eso se debe investigar esta denuncia, y si se le dio toda la credibilidad a un testigo protegido (identificado como Pitufo) para llevar a la cárcel al comandante (de la PF Javier) Herrera Valles, por qué no darle credibilidad a los comentarios de una persona (Édgar Valdez Villarreal) que está dando el rostro y firma. Por lo menos debe ser investigado para satisfacción de todos los ciudadanos”.
Alejandro Encinas, del PRD, insistió en las denuncias en Estados Unidos contra el titular de la SSP y la acusación que hizo Valdez Villarreal.
El pevemista Pablo Escudero cuestionó: “¿cuántas veces usted se reunió con el ombudsman para atender estos asuntos?” García Luna respondió que varias en actos públicos, pero que la CNDH decidió que los casos fueran tratados directamente por un visitador.
Para frenar los cuestionamientos de los senadores de izquierda, los legisladores de PRI y PAN declinaron participar en la segunda ronda de preguntas, y así provocar que terminara el encuentro con García Luna.
Durante la comparecencia estuvo presente el ex comandante Javier Herrera Valles, quien pasó tres años encarcelado por haber sido imputado falsamente por un testigo protegido de recibir dinero de los cárteles de Sinaloa y de Los Zetas.
El ex funcionario de la SSP federal dijo que su proceso penal fue impulsado por García Luna, ya que él informó a Felipe Calderón de los actos de corrupción en que incurrían el secretario y sus hombres más cercanos.