A 30 años del estudio de Coplamar sobre necesidades esenciales/ VIII
Costo de la CNA del Evalúa DF y comparación con Coplamar y Coneval
oy 30 de noviembre es día de fiesta: concluye el gobierno de Calderón. Mañana, primero de diciembre, es día de duelo: comienza el de Peña Nieto.
Explicada la investigación realizada por el Centro de Orientación Alimentaria (COA) para el Evalúa DF con el fin de calcular el costo adicional de comer fuera de casa, en la entrega del 23/11/12, abordo hoy el cálculo del costo normativo de alimentarse bien en el DF (costo casi completo, porque todavía faltaría incluir los costos de los artículos para preparar y consumir alimentos) para el hogar e individuo promedios del DF, y lo comparo con costos similares de las CNAs de Coplamar y Coneval. El cuadro muestra el procedimiento para llegar, en los renglones 8 y 9, a los costos diarios normativos de alimentarse bien para el hogar promedio (190.64 pesos) y para la persona promedio (52.96 pesos). Este hogar promedio (véase renglón 7) está compuesto por 3.6 personas, 1.72 hombres y 1.88 mujeres, por lo cual el costo por persona es el resultado de dividir 190.64 pesos entre 3.6. En el renglón 8 puede verse que este costo por hogar se desglosa en 87.86 pesos para las mujeres y 102.77 pesos para los hombres a pesar de que en el renglón 7 se aprecia que hay más mujeres (1.88) que hombres (1.72) en dicho hogar.
Son dos las razones de esta aparente paradoja: 1) a cualquier edad, dada su mayor estatura y robustez, es más caro alimentar a los hombres que a las mujeres: 2) la mayor participación en el trabajo extradoméstico de hombres que de mujeres supone un mayor costo adicional de alimentarse fuera del hogar para hombres que para mujeres. En los datos de las dos columnas centrales del cuadro se reflejan ambas diferencias, lo que explica que mientras en los tres primeros grupos de edad la diferencia del costo alimentario por sexo es pequeña (llega a poco más de 4 pesos), en los dos siguientes grupos se eleva muchísimo y es de alrededor de 16 pesos. En el grupo de 14 a 50 años de edad alrededor de 14 de los 16 pesos se explican por la primera razón y alrededor de 2 pesos por la segunda. Este mayor costo masculino de la alimentación está compensado, muy parcialmente, por el costo adicional de alimentar a las mujeres durante el embarazo y la lactancia. Las mujeres requieren, en promedio, durante el embarazo, 273 kcal diarias adicionales, cuyo costo daría un total de 5.30 pesos. Pero en el cuadro este costo se ha dividido entre todas las mujeres del grupo de edad y no sólo las embarazadas (condición que no se capta en las encuestas), con lo cual resulta de sólo 0.56 pesos por día y mujer en edad reproductiva. Los requerimientos adicionales de alimentos durante el periodo de la lactancia se han incluido como costo de la alimentación total del bebé en su primer semestre de vida, en vez de calcularlo como parte del costo de la alimentación femenina.
En las dos primeras columnas (renglones 1 al 6) se presenta la estructura por grupos de edad y sexo del hogar promedio. Al multiplicar los datos de estas celdas (que suman los 3.6 integrantes del hogar promedio) por los costos diarios de cada grupo de edad y sexo (que se presentan en las dos columnas centrales) se obtienen las dos primeras columnas (hombres y mujeres) del bloque de la derecha; la tercera columna (total) se obtiene sumando las dos primeras. En este bloque se expresa el costo de alimentar a cada grupo de edad y sexo. Por ejemplo, podemos ver que del costo total de 190.64 pesos de alimentar al hogar promedio, dos terceras partes, 126.93 pesos, corresponde al grupo de edad de 14 a 50 años (69.53 pesos a los hombres y 57.40 pesos a las mujeres). El costo de alimentar a los menores de 14 años (renglones 1 a 3 sumados) representa sólo 13.1 por ciento (25.03 pesos) del total del hogar promedio.
En la gráfica se compara el costo de la CNA-DF (que incluye agua de garrafón, condimentos, consumo de alimentos fuera del hogar y consumo adicional por embarazo) para el individuo promedio del hogar promedio, calculado en el Proyecto para la Medición Integral de la Pobreza y la Desigualdad, que estuvo radicado en el Evalúa DF hasta mayo de 2012, con los obtenidos en las canastas normativas alimentarias de Coplamar y Coneval, que incluyen alimentos consumidos fuera del hogar y sólo la de Coneval agua embotellada. El cálculo de requerimientos adicionales por embarazo, y el costo de los condimentos están incluidos en Coplamar pero al parecer no lo están en Coneval.
Los contrastes son agudos, sobre todo en consumo fuera del hogar. Por otra parte, en la medida en que las CNA están formuladas para distintos ámbitos (la de Coplamar para todo el país, al de Coneval para todo el medio urbano nacional y la del Evalúa DF para el DF, no cabría esperar resultados completamente iguales. El costo de la CNA de Coplamar (de carácter nacional) se encuentra entre las CNA urbana y rural de Coneval: si bien es 83.6 por ciento de la urbana está por arriba de la rural en aproximadamente 21 por ciento. Aunque el costo de la CNA del Evalúa DF está por arriba en 51.3 por ciento de la urbana de Coneval, la mayor parte de la diferencia se explica, como se aprecia en la gráfica, por el consumo de alimentos fuera del hogar, que en Coneval urbano son menos de la sexta parte que en Coplamar. Doce pesos mensuales para el consumo de alimentos fuera del hogar en el medio urbano son tan obviamente inadecuados que hacen innecesario argumentar por qué; esta cifra mensual es cercana al gasto diario previsto en la CNA-DF en dicho rubro. Si se restan los gastos en alimentos fuera del hogar de ambas canastas, el mayor costo de la del Evalúa DF se reduce a 23 por ciento.