“La situación para los artistas marginales o marginados, como yo, es la misma desde hace cuatro… 12 años. Los lugares para trabajar siguen siendo muy reducidos y la vida nocturna, si es que existe, se ha disminuido a antros para chavos, a table dance, y a los horrendos karaokes”, expresó el cantante Guillermo Pérez Ávila, quien se presentará este sábado en concierto en la Casa de la Cultura Jaime Sabines, en San Ángel.

Pérez es un hombre orquesta, porque debe hacer de todo para que las cosas salgan bien. Por momentos es hasta su publicista, actividad a la que se dedicaba profesionalmente, pero que ya no reditúa como antes, dijo. Desde hace 15 años decidió dar su tiempo y capacidad al canto, que es lo que le gusta.

El empresario también tiene que arriesgar

Agregó que ya no existen esos lugares donde se podía ir a ver a cómicos, ventrílocuos, magos, tríos, cantantes, exóticas. “Y los otros sitios, donde se puede ir a cantar, sólo pagan con el cóver; muchos trabajan condicionados a llevar clientes. ¡Me niego a cantar bajo esas condiciones; si el empresario quiere que trabaje, que me pague. Esta debe ser la actitud de mis compañeros artistas! Esto es, que el empresario también se arriesgue. ¡Muchos empresarios me han engañado, me han robado!

“Esa es una parte. La otra es la referente a las instituciones gubernamentales de cultura. Te prestan un teatro y para ellos es 20 o 30 por ciento de la taquilla, y el resto es para ti. La logística la cubre el artista. Presenté un espectáculo en el Teatro de la Ciudad con un encuentro entre el grupo veracruzano Afrojarocho, que dirige Patricio Hidalgo, reconocido músico y decimista, la Banda Mixe y yo. A la rueda de prensa para anunciarlo no asistió ningún periodista, y yo tuve que correr con los gastos de hospedaje, transporte y comida de 14 músicos traídos de Oaxaca.

“Con la presentación de mañana, en Sabines… no es que sea masoquista, ni que tenga mucho dinero; lo que ocurre es que me gusta cantar, y al hacerlo sé que expreso los sonidos de la emoción. Cuando uno canta en el escenario es una especie de desnudez. Si tengo que pagar para cantar, lo haré. Total, otras cosas pueden esperar.”

Con este ánimo llegará este sábado, a las 19 horas, a la Casa de la Cultura Jaime Sabines para presentar Los hijos de la noche hermosa, síntesis de lo mejor de la trova yucateca, con un programa integrado por temas como Mi canción quisiera, Rayito de sol, Como una estrella, Beso asesino, Desdeñosa, Boca loca, Decadente, Amor secreto, Muchachita loca, Peregrina, Alma de roca y Morena mía.

Acompañarán a Pérez Ávila, Wilbert González, Manuel Huidobro, Saúl Flores, Manuel Guarneros y Jorge García en las guitarras; José Luis Martínez en el piano; Miguel Cruz y Celio González Jr. en la percusión; Armando Correa en el contrabajo, y Rolando Morejón en el violín.