Jueves 29 de noviembre de 2012, p. 10
Con Felipe Calderón concluye el periodo de gobiernos panistas y la expectativa que tuvo buena parte de la sociedad de transitar a una República realmente democrática, lamentó el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD).
Mediante un documento de análisis –firmado por su directora ejecutiva, Rocío Culebro–, dicho colectivo indicó que la alternancia fallida
tiene sus indicios más claros en el resquebrajamiento de la figura presidencial, la desorganización del Poder Ejecutivo y el aumento en la pobreza, la corrupción y la impunidad.
Calderón será recordado por dos recuentos: el del voto por voto y el del cadáver por cadáver
, ya que hoy nadie puede precisar a ciencia cierta la cantidad de muertos provocada por la guerra
contra el crimen organizado, deploró el IHDMD.
Dictadura imperfecta
Culebro recordó que el Comité de Naciones Unidas contra la Tortura expresó su profunda preocupación
por la persistencia de dicha práctica en México, y enfatizó que tan sólo el año pasado la Comisión Nacional de los Derechos Humanos recibió más de 2 mil 400 quejas al respecto.
Destacó que en este sexenio hubo alrededor de 20 mil víctimas de desaparición forzada, 73 periodistas asesinados y más de 4 mil víctimas de feminicidio.
Censuró que la Ley de Víctimas haya quedado entrampada en procesos burocráticos
y fuera sustituida por un organismo insuficiente como Províctima
Denunció que 26 por ciento del territorio fue cedido a empresas trasnacionales con proyectos depredadores e insustentables, y se asesinara a activistas de organizaciones sociales.
Concluye un sexenio de política discriminatoria y excluyente de derechos y libertades para las minorías (...) El segundo sexenio panista perdió la oportunidad que otras sociedades modernas han aprovechado, al dejar sólo como sujetos de piedad o de compasión asistencial a personas adultas mayores, grupos de diversidad sexual y religiosa, afrodescendientes, trabajadoras del hogar, jóvenes
y otros grupos vulnerables.
“Si en el periodo de gobiernos priístas –llamados la ‘dictadura perfecta’ por sus mecanismos de control del poder– vivimos una etapa oscura para los derechos humanos, en las gestiones panistas la vigencia de los derechos humanos transitó dolorosamente de la frivolidad y la propaganda mediática con Fox a la ineptitud y obstinación de Calderón, periodo al que podríamos definir como ‘dictadura imperfecta’”, aseveró.