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Reiteran denuncias de que el presidente islamita suprime la independencia judicial

Tribunales egipcios suspenden labores; repudian decreto de Mursi

Choques en la plaza Tahrir por sexto día consecutivo

Casi lista, la nueva Constitución

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Las movilizaciones contra el decreto que amplía los poderes del presidente egipcio Mohamed Mursi continuaron ayer en la plaza TahrirFoto Reuters
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Manifestantes golpean a un policía en las cercanías de la embajada de Estados Unidos en El CairoFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Jueves 29 de noviembre de 2012, p. 32

El Cairo, 28 de noviembre. Los tribunales de Casación y de Apelaciones de Egipto decidieron hoy suspender labores hasta que el presidente Mohamed Mursi retire la declaración constitucional del jueves pasado que aumenta considerablemente sus poderes, mientras en esta capital cientos de manifestantes permanecían en la emblemática plaza Tahrir por sexto día consecutivo, en demanda de que el mandatario islamita rescinda el decreto.

La asamblea general del Tribunal de Casación consideró que la declaración de Mursi suprime la independencia judicial, por lo que decidió suspender el trabajo en una decisión aceptada por la mayoría de los jueces, informó el servicio estatal Ahram en su página de Internet.

El vicepresidente del Tribunal Constitucional Supremo, Maher Samy, acusó al presidente de dirigir una campaña en contra de la corte al acusarla de revelar sus veredictos antes de la fecha señalada, informó la televisora estatal TV Nilo.

El Tribunal Constitucional ha sido atacado desde que disolvió la anterior Asamblea Popular, aunque emitió su veredicto con base en las disposiciones judiciales, señaló.

Samy indicó que es injusto acusar al tribunal de actuar de acuerdo con las tendencias políticas en lugar de con la Constitución”.

Cuando se le preguntó si el Tribunal Constitucional revisará las denuncias que demandan la disolución de la actual Asamblea Constituyente y del Consejo Shura como se tiene previsto, respondió: el plazo del tribunal está anunciado y no se cambiará.

Mursi emitió un decreto que estipula que todas las leyes y declaraciones constitucionales serán definitivas e irrefutables por cualquier organismo y que no reinstalará la Asamblea Popular.

También estipula que ningún órgano judicial está facultado a disolver el Consejo Shura (cámara alta) o Asamblea Constituyente, lo que provocó una crisis política en el país.

Por lo pronto, la Asamblea dijo que el borrador final de la nueva carta magna estará listo en breve y con ello la Hermandad Musulmana espera poner fin a la crisis remplazando el controvertido decreto con una Constitución totalmente nueva que será aprobada por referendo popular.

La Constitución es una de las principales razones de enfrentamiento entre Mursi y los oponentes no islámicos, quienes boicotean a la Asamblea porque acusan a los musulmanes de buscar imponer su visión al futuro de Egipto.

Cristianos y liberales se retiraron del Comité Constitucional durante las últimas semanas en señal de protesta. Acusan a los islamitas de no tomar en cuenta sus propuestas y consideran que su único interés es asegurar la hegemonía de sus partidos mediante una Constitución hecha a su medida.

La redacción de la Constitución está en su última fase y pronto será sometida a referendo, dijo Talaat Marzouk, integrante de la Asamblea Constitucional.

Se supone que la Constitución será uno de los pilares de un nuevo Egipto democrático luego de tres décadas del gobierno autocrático de Hosni Mubarak. La Asamblea ha estado trabajando seis meses.

La Constitución determinará los poderes del presidente y del Parlamento y definirá los roles del Poder Judicial y la cúpula militar, que ha estado en el centro del poder por décadas hasta que Mubarak fue derrocado. También fijará el papel de la ley islámica.

Por sexto día consecutivo hubo enfrentamientos entre la policía y manifestantes en El Cairo contra el decreto promulgado por Mursi.

La policía lanzó gas lacrimógeno contra cientos de manifestantes que arrojaron piedras en la céntrica plaza Tahrir, donde miles de personas acampan desde hace días y es escenario de las protestas que en febrero de 2011 provocaron la caída de Mubarak. Los manifestantes aseguran que permanecerán en el lugar hasta que sea revocado el decreto que consideran le otorga poderes dictatoriales.

La prensa local informó que en Damanhur y Alejandría hubo ataques contra las sedes de la Hermandad Musulmana, agrupación de la que procede Mursi.

En la localidad de Mansura, opositores a los islamitas incendiaron la oficina del Partido de la Libertad y la Justicia, fundado por la Hermandad Musulmana.

Al menos tres personas han muerto y decenas han resultado heridas desde que comenzaron los incidentes, la semana pasada, según fuentes médicas.

Mursi dirigirá un mensaje a la nación este jueves sobre el decreto.