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Un sueño, obra de Strindberg, se presenta en el teatro Juan Ruiz de Alarcón

Montan comedia onírica sobre el día a día de constante hacer, deber y tener

La adaptación de Juliana Faesler está llena de cuadros dinámicos y cambiantes, dice actor

 
Periódico La Jornada
Jueves 29 de noviembre de 2012, p. 6

La vida es angustia y sufrimiento, queja y llanto. Todo placer hay que pagarlo con el doble de dolor. Todos tienen una miseria que ocultar. En el corazón de la felicidad crece la semilla de las desgracias. El verdadero infierno es la repetición. El sufrimiento es redención, son las voces y el drama que viven los personajes en la puesta en escena de la obra Un sueño, de August Strindberg, que con adaptación y dirección de Juliana Faesler, se escenifica en el teatro Juan Ruiz de Alarcón, del Centro Cultural Universitario.

La obra de Strindberg es una comedia onírica que permite reflexionar sobre la condición humana, sobre cómo el hombre día a día vive en un constante hacer, deber y tener, comenta la actriz Arely Delgado.

En la puesta en escena a los personajes les parece que la vida es un valle de lágrimas, pero al tiempo de que tienen la esperanza de la posible misericordia divina, también son conscientes de la injusticia terrenal. Claman y denuncian la diferencia entre pobres y ricos, que el sistema está podrido, que los idealistas y revolucionarios son encarcelados.

Vida y verdad

Para el actor Alan Uribe esta obra en particular del dramaturgo sueco engloba a la humanidad en seres arquetípicos con los que nos podemos identificar. Strindberg hace identificarnos con nuestro lado humano, a partir del sufrimiento y la miseria. Una frase que se repite como leitmotiv es: Siento compasión por los humanos.

Se representan distintos personajes de una manera tan marcada que llegan al absurdo, como por ejemplo, al eterno enamorado, a la eterna víctima, al eterno ser que cobija y escucha los problemas ajenos; a la persona que se asume como pobre y feo, al grupo de seres humanos siempre agobiados e insatisfechos.

Asimismo, se ven reflejados los problemas de pareja, familiares o individuales, del amor, el desamor y la esperanza, el sufrimiento que incita a la confesión, la injusticia que pueden cambiar el curso de una vida, las cuestiones de educación escolar, la lógica que corre paralela a lo que es correcto o incorrecto; incluso se expone de manera mordaz lo que un teólogo, un filósofo, un médico y un abogado entienden por vida y verdad.

Foto
Escena del montaje Un sueño, cuya temporada en el recinto del Centro Cultural Universitario concluirá el 16 de diciembreFoto José Jorge Carreón

Premio de la UNAM

Un sueño gira en torno a la joven Agnes, hija del dios Indra, quien llega a la Tierra para conocer la condición humana, con la esperanza puesta en la felicidad de los mortales. Su periplo le develará otra realidad.

La adaptación de Juliana Faesler, explica Alan Uribe, está llena de cuadros oníricos, dinámicos y cambiantes, incongruentes y absurdos, donde el tiempo y el espacio no existen.

Con las actuaciones de Rolando Breme, Christian Diez, Sergio Cuéllar, Alejandro D’Crozo, Luis Escárcega, Gala Gutiérrez, Miguel Ángel López, Ana Beatriz Martínez, Arely Delgado, Uriel Ochoa, Azalia Ortiz, Francisco Pita, Alan Uribe y Carolina Vidal, escenografía e iluminación de Juliana Faesler, vestuario de Jerildy Boch, y coreografía de Jessica Sandoval, Un sueño, de August Strindberg, se presenta jueves y viernes, a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas, en el teatro Juan Ruiz de Alarcón, del Centro Cultural Universitario (avenida Insurgentes Sur 3000). La temporada concluirá el 16 de diciembre.

Durante una de las funciones iniciales se anunció el nombre de la ganadora de la tercera edición del concurso Reseña Teatral Criticón del programa Entusiastas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La galardonada fue Iliana Muñoz por su crítica a la obra Maracanazo, por lo que recibió un estímulo de 5 mil pesos, mientras Luis Santillán se hizo acreedor a mención honorífica.