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No admiten que $63 violentan artículo 123 constitucional, señalan

Alboroto empresarial por homologación, para no ceder ganancias: académicos
 
Periódico La Jornada
Miércoles 28 de noviembre de 2012, p. 16

El escándalo que el sector privado del país está haciendo por la homologación de los salarios mínimo en las zonas A y B del país es una muestra de que los empresarios no están dispuestos a ceder ni un ápice en sus ganancias de los niveles que tienen, coincidieron académicos.

Luego de que este martes entró en vigor la homologación, aprobada por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CNSM) a petición de la Secretaría del Trabajo, Miguel Santiago Reyes, investigador del Observatorio del Salario Justo de la Universidad Iberoamericana de Puebla, consideró que el sector empresarial, en particular la Coparmex, actúan con cinismo al criticar la medida y argumentó que se violó el estado de derecho, ya que la sola existencia de un salario mínimo de menos de 63 pesos violenta el artículo 123 constitucional.

Dijo que este salario no es suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos, como establece la fracción sexta del artículo 123 de la Constitución.

El Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), calificó la homologación como una burla y sostuvo que es un intento de Felipe Calderón de tratar de mejorar su imagen luego de un sexenio desastroso.

Quieren dar un aumento de menos de 2 pesos al salario mínimo cuando en el reciente mes la gasolina y la electricidad subieron prácticamente 13 por ciento, que equivale a entre 3 y 4 pesos, sólo para el mes de diciembre, apuntó en entrevista el investigador David Lozano del CAM, quien consideró que la CNSM debería desaparecer porque nunca ha beneficiado a los trabajadores y se maneja de manera totalmente política.

Santiago Reyes dijo que a los empresarios representados en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) no les interesa el nivel de vida de los trabajadores y sólo están pensando en obtener ganancias mediante salarios menores, en vez de incrementar su inversión en tecnología o mejorar la productividad.

Dijo que los grupos empresariales son los que tienen la última palabra en las reuniones de la CNSM para determinar los incrementos salariales.