Decisión absurda e ilógica
, indica el director de la CEESP
Cuestiona que Calderón tomara esa decisión días antes de irse
Martes 27 de noviembre de 2012, p. 15
La homologación de sueldos en las zonas A y B, establecidas por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) para calcular las percepciones mínimas en los diferentes estados, fue una decisión absurda e ilógica que violenta las instituciones
, sostuvo el director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), Luis Foncerrada.
En conferencia de prensa, calificó la nueva disposición, que este martes aparece publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), de sorpresiva
, y argumentó que el incremento no tiene sustento alguno.
El presidente Calderón adelantó 15 días un procedimiento normal, fue una sorpresa a unos días de dejar la administración y no nos parece que fuera lo correcto, debió respetar la institución del salario; no respetar eso y los acuerdos echa por los suelos el estado de derecho, es una lástima que lo hiciera de último momento
, consideró.
Admitió que los salarios mínimos en México perdieron 76 por ciento de su poder adquisitivo de 1976 (cuando el indicador alcanzó su máximo histórico) al año 2000, y aunque en la década pasada el mínimo se recuperó 8 por ciento, todavía sigue estando muy por debajo de lo que valía hace 36 años.
Ejemplificó que si una persona podía comprar cinco kilos de tortillas con un salario mínimo en 1976, ahora sólo podría adquirir uno con un ingreso similar.
Pese a ello, consideró que la decisión de homologar los salarios de la zona A (que incluye municipios de los estados de Baja California, Distrito Federal, Guerrero, Sonora, Tamaulipas y Veracruz) a la B (a la que están adscritas localidades de Nuevo León, Jalisco, Tamaulipas, Sonora y Veracruz) no tenía justificación alguna, porque en los años anteriores no ha habido incrementos extraordinarios en los niveles de inflación, como sí los hubo durante el sexenio de Ernesto Zedillo.
Según la tabla de salarios mínimos generales y profesionales por área geográfica de la Conasami, la diferencia entre ambas zonas sería de un peso con 76 centavos, ya que las percepciones en la zona A es de 62.33 pesos, y en la B de 60.57 pesos.
Foncerrada no precisó qué afectación económica tendrá la medida en las empresas, pero dijo que la molestia (el CEESP es un organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial) tuvo que ver con las formas.
En un comunicado, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) hizo un extrañamiento a la Conasami por el rompimiento de las formas y el estado de derecho
al haber homologado los salarios.
Consideró que la decisión de la Secretaría del Trabajo lesiona el clima de confianza
que se ha construido en el sector productivo a lo largo de años, además de que calificó la medida de populista
porque fue tomada sin un análisis ni consenso de por medio
.
La Coparmex dijo que el representante del sector empresarial votó en contra por considerarla carente de sustento jurídico.
El 23 de noviembre representantes de la comisión acordaron por mayoría del gobierno y de la representación obrera, otorgar un incremento a los salarios mínimos a partir del 27 de noviembre de 2012, de 2.9 por ciento en el área B para igualarla a la A.
Los nuevos salarios mínimos generales que quedaron vigentes en las dos áreas geográficas que subsisten son de 62.33 pesos en el área geográfica A y de 59.08 en la C. Ésta desaparece y ahora se denominará B.