Los gobiernos opacos son ineficaces, pierden veracidad, se convierten en ilegítimos y debilitan la democracia, afirmaron especialistas en el tema de transparencia y rendición de cuentas. Añadieron que el objetivo de este ejercicio no es conocer la información gubernamental, sino que ésta sea el medio para que la sociedad pida cuentas a los servidores públicos.

Durante el tercer panel del Seminario Internacional de Acceso a la Información, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas del Poder Judicial de la Federación, Ángel Trinidad Zaldívar, comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai), subrayó que la información pública es una herramienta para hacer una evaluación del gobierno y, en su caso, sancionarlos.

Que se transparenten las compras gubernamentales o se tenga acceso a ciertos documentos no es un fin mismo, sino el medio para que los ciudadanos pidan cuentas a sus gobernantes, señaló.

El comisionado indicó que un gobierno opaco deviene ilegítimo, y aseguró que actualmente la democracia ya no sólo exige la participación electoral del ciudadano, sino que éste demanda conocer los resultados de la función pública.

Señaló que un verdadero gobierno democrático sabe que no es dueño de la información, sino que ésta le pertenece a la ciudadanía y cuando sea requerida se debe entregar.

Apuntó que en la década de funcionamiento del Ifai se han presentado 2 millones de solicitudes de información, de las cuales 850 mil se dirigen a la administración pública federal; 420 mil a los órganos gubernamentales del Distrito Federal, y 750 mil a los estados.

Esto, indicó, revela que la Federación está sometida a un intenso escrutinio, pero algunos estados no tanto.

Juan Manuel Portal, titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), dijo que la Comisión Nacional Anticorrupción –cuya proyecto se analiza en el Congreso– no se cruza con la labor de la ASF, sino que pueden complementarse.

En entrevista, Portal –quien fue moderador del panel– señaló que aún faltan por definirse las funciones que tendrá dicha comisión, las cuales se conocerán una vez que los legisladores decidan aprobarla.

Sobre la desaparición de la Secretaría de la Función Pública, propuesta por el presidente electo, Enrique Peña Nieto, el auditor afirmó que le hubiera gustado que esta dependencia se fortaleciera, aunque acotó: hay que esperar para saber qué se está planeando hacer con lo que a mi juicio es la columna vertebral de la administración pública en cuanto a su correcto funcionamiento, el control.

Estimó que con esta modificación gubernamental las auditorías internas gubernamentales no desaparecerán, sino que se transformará la forma de conducirlas y coordinarlas, así como la designación de los titulares.

Confió en que en caso de darse el visto bueno para el surgimiento de la Comisión Anticorrupción, se dote a este organismo de autonomía, pues tendría más independencia para la aplicación de sanciones aunque sean administrativas.

La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Olga Sánchez Cordero subrayó que el acceso a la información es una herramienta esencial para la rendición de cuentas, la cual a su vez es un elemento fundamental de la democracia.

Una auténtica sociedad democrática es aquella que está informada, que supera la opacidad y cuenta con canales idóneos para su participación en la toma de decisiones.