Dentro de la reordenación integral de la estructura de la flota aérea de la Procuraduría General de la República (PGR), la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) realizó una verificación técnico-administrativa mayor ordinaria en la Dirección General de Servicios Aéreos (DGSA) de la dependencia, la cual reveló la carencia de manuales de procedimientos, bitácoras y controles de mantenimiento, entre otras irregularidades.

La verificación realizada por la Dirección General de Aeronaútica Civil de la SCT en enero pasado, a petición de la propia PGR, en las instalaciones de servicios aéreos en el Distrito Federal y en otras entidades del país, reveló la existencia de numerosas anomalías en talleres de mantenimiento, almacenes y hangares.

Entre las irregularidades se encuentran turbinas sin tarjeta de identificación, aviones en servicios subidos en gatos montados inadecuadamente, llantas, motores y hélices mal almacenados.

El análisis agrega que, por ejemplo, en los almacenes el material destinado a ser desechado se encontraba en el piso y no en contenedores o anaqueles.

En hangares, la verificación –señala el documento de la SCT– encontró elementos fuselados y superficies de control sin identificación alguna, e incluso en un área de desechos encontró un contenedor con fugas de líquido.

La investigación de Comunicaciones y Transportes, que forma parte de la averiguación sobre presuntos actos de corrupción en el área de servicios aéreos de la PGR, afirma también que personal técnico del área no tenía conocimiento del Manual de Procedimientos de Taller o encargados de taller que desconocían sus funciones.

Señala el documento que también se detectaron simuladores de vuelo que no están actualizados y con el software obsoleto.

El informe indica que independientemente de las verificación técnicas no cumplidas, se han descubierto conductas que exhiben grave irresponsabilidad administrativa que propician incluso actos de corrupción.

Un ejemplo extremo de estas irregularidades, señala el texto, es el caso de un avión que durante 12 años le ha faltado un motor y una hélice, y que la revisión permitió encontrar las aeropartes que le faltaban, una en Cuernavaca y otra en Toluca; además de que, por este aparato, la institución ha pagado seguro contra accidentes en el hangar.

Cabe señalar que el despido reciente de personal administrativo, mecánicos y pilotos de la DGSA lo ha justificado la PGR por las investigaciones internas relacionadas con posibles actos de corrupción y por lo obsoleto de la flota aérea, y la reducción considerable del número de aeronaves capaces de garantizar la seguridad de los vuelos.