Familiares de desaparecidos políticos y víctimas de la violencia que se vive en el país demandaron justicia por los crímenes contra sus allegados y castigo a quienes resulten responsables.

Ayer realizaron una caminata del Auditorio Nacional hasta donde se ubicará el Monumento a las Víctimas (que aún no es inaugurado) para rechazar la construcción de este tipo de monumentos.

Nos encontramos aquí personas de diversos movimientos de familiares y víctimas de violaciones a los derechos humanos, para señalar públicamente, alto y claro, nuestro absoluto rechazo a este monumento a la ignominia. Esto es un señalamiento, una denuncia. No venimos a estar, ni a reflexionar ni a contemplar estelas de impunidad. No es éste el espacio que nos llama a encontrarnos con la memoria de los nuestros, porque jamás en su proceso de construcción, jamás en todos estos años de horror y mal gobierno, se pensó seriamente en nosotros, los de la memoria incómoda.

Unos 40 integrantes de organizaciones como Hijos México, el Comité de Familiares de Desaparecidos Hasta Encontrarlos y personas procedentes de diversos estados del país, sobre todo de entidades del norte, lograron ingresar al predio donde se edificó a el monumento y colocar pegotes con la leyenda juicio y castigo.

Leyeron un pronunciamiento: “Venimos a decirles que este sitio perpetúa la imposición y el sinsentido; venimos a decirles que no es este el espacio que sanará el dolor de un país entero y que no será este el lugar que convoque nuestros recuerdos, nuestras historias ni nuestro llanto. No venimos a estar, venimos a repudiar.

“Este monumento nace del concilio entre pocos, de la sordera voluntaria hacia quienes se pretende homenajear y se erige hueca de origen, de discurso y de futuro. Las víctimas de la violencia… ¿Verdaderamente creen que basta con nombrar las cosas así? Insultan la inteligencia y el dolor de un pueblo al que dicen representar. Para que un monumento pueda estar lleno de memoria debe nombrar seriamente a la violencia, decir con claridad –asumiendo responsabilidades– la violencia de quién, por qué, de dónde y con qué razón, no mostrándola como si fuera casi un fenómeno meteorológico”.

Agregaron que la violencia en el país lleva décadas concretándose en injusticia hacia los pobres, en represión hacia quienes se oponen al régimen y en desatención al llamado de justicia de un país entero. La violencia que hoy vivimos fue instalada por el actual jefe del Ejecutivo, Felipe Calderón Hinojosa, en su guerra declarada contra el crimen organizado que nadie pidió, que jamás consultó y que sólo ha dejado un país ensangrentado, sembrado de miles y miles de personas asesinadas y desaparecidas. Ha sido el Estado, sus fuerzas de seguridad, su ejército y sus fuerzas parapoliciales quienes han rubricado esta emergencia nacional. Calderón: la violencia fue tuya y las víctimas, más de 100 mil personas asesinadas y más de 30 mil desaparecidas, pesarán en tu nombre mucho más allá de tus días de mandato, concluyeron.