Para no sentir presión disfruto el combate, dijo Daniela Fernández
Domingo 25 de noviembre de 2012, p. a14
Las niñas son las más atrevidas y explotan en el tatami todo lo que han aprendido en poco tiempo. Unas tienen dos y tres años en el judo y en su primer torneo internacional ganaron más de la mitad de medallas para México, el anfitrión del Panamericano.
Los ojos color miel de Daniela Fernández Carrillo se iluminan más con el metal dorado que conquistó en la división de más de 52 kilogramos. La bajacaliforniana, de 12 años y 1.65 metros de estatura, está orgullosa de su logro al vencer en la final a la ecuatoriana Shiram Martínez, tras deshacerse de competidoras de Argentina y Estados Unidos.
En las tribunas del gimnasio anexo del Centro Deportivo Olímpico Mexicano, Daniela cuenta que se inició en los clavados, pero se aburrió de esperar las competencias y entró al judo porque su mamá la inscribió. Revela que reza cada vez que enfrenta a una adversaria y disfruta el combate, porque es la única forma de no sentirse presionada.
Rodeada de sus compañeros, la campeona continental apenas se va abriendo camino con primeros lugares en la Olimpiada Nacional, beca de dos mil pesos mensuales y cuando gana metales la cifra se incrementa hasta ocho mil pesos
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Daniela tuvo el apoyo de venir al Distrito Federal en avión; en cambio, Yusselly Martínez Rubio llegó vía aérea y se regresará en camión a Campeche, después de ganar la medalla de plata en la categoría de 42 kilogramos.
Al igual que Daniela, tiene como meta estar en los Juegos Olímpicos a partir de 2020, cuando tengan 20 años. Le dan un apoyo mensual de 2 mil pesos y comenta que perdió el oro con la brasileña Taina Silva porque me faltó maña y ser más agresiva
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La regiomontana Jessica Gallegos es tímida, pero en el tatami se transforma en una fiera. Ganó bronce, tiene 12 años y mide 1.56 para la división inferior a 52 kilogramos.
Nunca falta el galán entre las niñas y todas dirigieron la mirada al tamaulipeco Jesús Anaya. Participó en la Sub-15, aunque tiene tres años menos, y obtuvo el tercer lugar en 40 kilogramos. Tiene cuatro años practicando y también hizo su debut internacional.
Gerónimo Goldschmied, quien en su apellido lleva en la sangre el judo, mide casi 1.85, tiene 12 años y vive en Estados Unidos. Ambiciona subir a lo más alto del podio, como todos, porque tienen la promesa de Vanessa Zambotti de regalar un judogui a todos lo que resulten campeones del certamen.