De continuar el deterioro climático del planeta, para el año 2050 los fenómenos meteorológicos extremos se multiplicarán, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS). Destaca que las olas de calor que normalmente se presentan una vez cada 20 años, podrían suceder, en promedio, en lapsos de 2 a 5 años.

En el Atlas del clima y la salud, elaborado en colaboración con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), revela que los cambios climatológicos afectarán a la población más vulnerable, entre ellos a los ancianos, que para mediados de este siglo alcanzarán en las urbes los mil 400 millones habitantes.

Cifras de la OMS sobre el calor extremo señalan que contribuye directamente a las defunciones por enfermedades cardiovasculares y respiratorias, sobre todo entre las personas de edad avanzada. En 2003 la ola de calor que afectó a Europa generó una elevación de la mortalidad que llegó a 70 mil defunciones.

En cuanto a variaciones en las precipitaciones, advierte que afectará probablemente el suministro de agua dulce, produciendo escasez que puede hacer peligrar la higiene y aumentar el riesgo de enfermedades diarreicas, que matan a 2.2 millones de personas cada año.

En casos extremos, señala OMS, la escasez de agua causa sequía y hambruna, pero se estima que en la última década de este siglo el cambio climático habrá ampliado las zonas afectadas, multiplicando por dos la frecuencia de eventos extremos, y por seis su duración media.

El documento, difundido en octubre pasado, señala que los efectos del cambio climático también están vinculado a factores como la pobreza y una infraestructura deficiente en materia de abastecimiento de agua y saneamiento.

La relación entre clima y salud, es clara, afirma la organización multinacional, pues conforme se incrementan los fenómenos naturales vinculados con el cambio climático, aumentan los peligros para la humanidad.