En 2003, como diputado, pugnó por eliminar la denominación de Estados Unidos Mexicanos
Así de sonoro y así de hermoso es el nombre de nuestra gran nación, expresa el mandatario
Reconoce que aunque no tiene la urgencia de otros asuntos legislativos, sí posee gran relevancia
Viernes 23 de noviembre de 2012, p. 3
En las postrimerías de su mandato, el presidente Felipe Calderón insiste en la reforma constitucional para cambiar el nombre de Estados Unidos Mexicanos por el de México. El primer intento lo hizo como diputado por el PAN en 2003, iniciativa en la que argumentó que en el ámbito internacional, gobiernos y ciudadanos de otros países, así como organismos internacionales, designan a nuestro país con el nombre de México y no con el de Estados Unidos Mexicanos, y lo hacen en el entendido de que está constituido como una república representativa, democrática y federal
.
Este jueves, en la escalinata de la residencia oficial de Los Pinos –que abandonó hace unas semanas para dar paso a las adecuaciones necesarias antes de que se aloje ahí Enrique Peña Nieto–, Calderón informó que presentará otra iniciativa que persigue en esencia el mismo fin que la de 2003. Reconoció que si bien no tiene el sentido de urgencia de otras que revisa el Congreso, posee gran relevancia: Perdónenme la expresión, pero el nombre de México es México, así de sonoro y así de hermoso es el nombre de nuestro gran país
, dijo.
Adujo, como lo hizo hace nueve años, que el nombre de México expresa una relación simbólica. En nuestro caso nos remite a raíces indígenas
, dijo. Refirió la fundación de Tenochtitlán por los mexicas, quienes orgullosamente se reconocían en ese nombre
, mismo con el que los mexicanos nos reconocemos y nos identificamos con toda la influencia de los mexicas: su arte, cosmogonía y lengua, que influyó en gran parte de América
.
Acompañado por su esposa, Margarita Zavala, y el titular de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Poiré, el presidente Calderón recordó que en su momento el constituyente replicó las experiencias de otros países y eligió el nombre de Estados Unidos Mexicanos. Hoy ya no tiene que seguir emulando a otras naciones
. Destacó que esta referencia para nombrar al país se ha reducido por la práctica y la sabiduría popular al de México
; es una voz, agregó, que va más allá de hacer referencia a conceptos políticos y geográficos, más allá del contenido simbólico, es conveniente enfatizar el significado más sencillo, la voz que designa el lugar de los mexicanos, que nos confiere un sentido de pertenencia
.
Insistió en que “cuando a los mexicanos se nos pregunta nuestro lugar de origen, no respondemos Estados Unidos Mexicanos, respondemos México; cuando apoyamos a nuestro país apoyamos a México. En el ámbito internacional, tanto gobiernos como ciudadanos, organismos internacionales (como) OEA y la ONU designan a nuestro país con el nombre de México; así se nos identifica en la propia Asamblea General (de Naciones Unidas).
La primera reforma de Calderón en este sentido se trató de revivir en 2010, con motivo de los cabildeos de la reforma del Estado y los preparativos rumbo al bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución. De aprobarse que el nombre oficial del país sea México, deberán hacerse cambios en monedas, billetes, sellos oficiales, papelería, banderas y escudos.
La reforma propone cambios al artículo 40 constitucional y alcanzaría a todo documento donde se menciona el nombre de Estados Unidos Mexicanos, incluida la Carta Magna. Además, en leyes y disposiciones donde se haga referencia a Estados Unidos Mexicanos, deberá entenderse México sin necesidad de cambiarlas.