París, 20 de noviembre. Un hígado y un esófago operados gracias a máquinas digitales, un cuello tratado con la ayuda de imágenes 3D: la cibercirugía, técnica menos invasiva, que puede realizarse a distancia, es la intervención quirúrgica del futuro, sostiene experto francés.

Esta cirugía híbrida es la convergencia de técnicas y especialidades (quirúrgicas, de gastroenterología, radiología...) y de una mezcla de instrumentos, material de imágenes y robots, explica el profesor Jacques Marescaux, fundador del Instituto de Investigaciones contra los Cánceres del Aparato Digestivo (IICAD), en Estrasburgo.

Esas técnicas innovadoras –que hace unos años habrían sido relegadas a imaginativas novelas de ciencia ficción– permiten ampliar las capacidades del cirujano a la hora de hacer las operaciones, explica el experto, que realizó, entre enero y julio, cuatro intervenciones quirúrgicas mini invasivas.

Es la cirugía del futuro, asegura Jacques Marescaux, quien dio mucho de que hablar en 2001, cuando operó en Nueva York la vesícula biliar de una paciente que estaba en Estrasburgo, con la ayuda de una consola robotizada (Operación Lindbergh).

Esa intervención, que tuvo éxito total, fue una primicia en la historia de la medicina.

Las cuatro operaciones mini invasivas de este año se efectuaron en el nuevo Instituto Hospital Universitario de Estrasburgo, dotado de aparatos de tecnología muy avanzada, que están revolucionando la cirugía tradicional.

Tres de esas operaciones –entre ellas la utilización de la realidad virtual como ayuda al diagnóstico y a la estrategia operatoria en una intervención en el cuello de una paciente de 66 años que sufría de una patología de una glándula paratiroides– representan primicias mundiales, aseguró Marescaux.

Las otras dos operaciones fueron una cirugía de cáncer en el colon, que se realizó gracias a técnicas digitales, y otra del hígado, que se apoyó en una máquina que aumentó las imágenes.

Para la operación del cuello, la exploración quirúrgica virtual –reconstrucción a partir de imágenes de escáner (o de resonancia magnética) en tres dimensiones de la glándula, con ayuda de un programa informático desarrollado en el IICAD, permitió detectar la anomalía de una arteria, explicó el especialista.

Ese problema, sistemáticamente asociado a una anomalía del trayecto del nervio de la voz, no había sido detectado en el balance preoperatorio estándar.

La utilización de la realidad virtual ha permitido guiar el gesto quirúrgico de manera personalizada y preservar el nervio oculto, subrayó el especialista.

Ese programa informático podría ser utilizado en operaciones de próstata para evitar alcanzar los nervios en los que una lesioón podría provocar impotencia, señaló.

La intervención mini invasiva del esófago de una paciente de 82 años, que no podía alimentarse, se realizó con ayuda de un instrumento flexible introducido por la boca (endoscopio), en vez de recurrir a la laparoscopia.

La paciente, que regresó a su casa tres días después de la intervención, ya puede comer normalmente, indicó.

En 10 años estas intervenciones serán la norma, vaticinó Marescaux, luego de señalar que esa técnica permite además reducir el tiempo de hospitalización y el traumatismo quirúrgico.