Buenos Aires, 19 de noviembre. Anunciado como una medida de carácter nacional por los medios opositores al gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, dos facciones de centrales sindicales, la Confederación General del Trabajo (CGT), que dirige el camionero Hugo Moyano, y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), que lidera Pablo Micheli, llevarán a cabo un paro este martes.

Acompañarán la medida la patronal y golpista Sociedad Rural, la Federación Agraria Argentina (FAA) que encabeza Eduardo Buzzi y otras entidades que participaron en el paro patronal de 2008.

En conferencia de prensa a la que asistieron Micheli, Moyano y Buzzi, los convocantes al paro amenazaron con bloquear carreteras y vías de ferrocarril –el Sindicato de Transportes no se sumó al paro–, y lanzaron advertencias a los gremios que trabajen este martes.

El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, señaló que es un paro político y sostuvo que detrás hay una medida extorsiva.

Micheli fue especialmente duro cuando aseveró que el paro no es en contra de nadie, sino en defensa de los trabajadores. Vamos a bloquear rutas y puentes cuantas veces sea necesario. Para nosotros es más importante comer que circular, aunque en la convocatoria a la medida de fuerza no se incluyó la exigencia de aumento salarial.

Asimismo, criticó a los gremios que no se plegaron al paro, especialmente a los delegados del metro, a quienes llamó carneros (esquiroles).

Micheli acusó al secretario de Seguridad Sergio Berni –quien dijo que se iba a garantizar que los trabajadores que no se sumen al paro puedan ir a trabajar– de ser provocador profesional y lo calificó de matón. Añadió: espero que no cometan locuras, porque mañana no seremos cuatro, seremos miles.

Hasta ahora estas dos agrupaciones sindicales se han movilizado contra el gobierno sin ninguna represión. Por eso sorprendió que Moyano responsabilizara al gobierno de cualquier atentado, algo que hasta ahora nunca ha sucedido.

Acompañaron a Micheli en la conferencia la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Barrios de Pie y el Polo Obrero, que se definen de izquierda y trotskistas, y que han coincidido en los últimos tiempos con las marchas de la oposición derechista.

En la convocatoria al paro se reclama la modificación del impuesto a las ganancias para salarios muy altos y la eliminación en otros casos y una bonificación especial de 4 mil pesos (unos 800 dólares) para todos los trabajadores argentinos, que se sumaría al aguinaldo.

No se suman al paro la facción de la CGT dirigida por el metalúrgico Antonio Caló, ni la facción de la CTA que lidera el docente Hugo Yasky; tampoco la Unión Ferroviaria, la Fraternidad y el Transporte.

Los 30 grandes gremios de distintos rubros de la producción y los más importantes del transporte, servicios y estatales que no acatan el paro responden a una decisión consensuada por el Consejo Directivo de la CGT ante lo encaminadas que se encuentran las negociaciones con funcionarios del gobierno nacional por diferentes reclamos sindicales, dijo Caló.

Aunque reconoció que un paro es una medida legítima que pueden adoptar los trabajadores para expresar su descontento cuando no hay respuestas a los reclamos, en este caso no se justifica porque hay negociaciones y el gobierno nacional ha comenzado a dar soluciones con el tema de ganancias, con la deuda de las obras sociales y con los tratamientos de alta complejidad médica, añadió.

Por su parte, los directivos de la empresa Aerolíneas Argentinas dijeron que la adhesión de los gremios aeronáuticos al paro es inentendible y consideraron que, más que un paro, es una maniobra de chantaje a toda la población.

La empresa ofreció disculpas a los pasajeros por los inconvenientes con los vuelos de este martes debido a la medida de fuerza y aclaró que la decisión adoptada por los gremios aeronáuticos resulta sorpresiva, ya que hace menos de 20 días la empresa firmó los nuevos acuerdos salariales en los que se otorgó un incremento de 28 por ciento.

Se recordó que estos aumentos se dieron en un contexto de crisis en la industria aerocomercial, en momentos en que las aerolíneas discuten severos ajustes y en algunos casos hay pérdidas de puestos de trabajo por cierre de empresas. Los pasajeros podrán devolver o cambiar sus pasajes sin costo, según se anunció. Ni hoy ni mañana se recolectará la basura. Apoyan la huelga varios sectores políticos de la derecha local.