Madrid, 19 de noviembre. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, no dio recetas a su homólogo español, el conservador Mariano Rajoy, pero sí le recordó un aprendizaje vital de la depresión económica que vivió su país el siglo pasado: Es muy difícil salir de una crisis sin un mínimo de crecimiento, porque cada ajuste profundiza en el déficit y el desempleo.

Esta idea, en las antípodas de las políticas públicas adoptadas por la Unión Europea y, por tanto, por el país ibérico, fue rebatida por Rajoy con un escueto: Las medidas que hemos tomado son imprescindibles para crear riqueza.

La mandataria brasileña culminó hoy su visita de Estado a España con reuniones con las máximas autoridades del país, erigida de alguna manera en la líder más influyente del conjunto de los países iberoamericanos. De hecho, su visita a la Cumbre Iberoamericana de Cádiz estuvo en duda hasta el final; sin embargo, la diplomacia española la convenció, al asegurarle un trato singular y encuentros con lo más selecto del empresariado y la política españolas, además de reuniones con altas autoridades europeas.

En su último día en España, Rousseff concentró toda la atención en la rueda de prensa conjunta con Rajoy, en la que volvió a quedar patente el interés desesperado de España por atraer inversión procedente de América Latina y lograr también más presencia en las economías de esos países.

Al ser interrogada sobre las políticas públicas desarrolladas por la UE para salir de la crisis, que son a su vez la hoja de ruta marcada por organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, Rousseff no ocultó sus discrepancias. No tengo la menor pretensión de dar una receta para España, porque no tengo todo el conocimiento de su situación económica. Nosotros sufrimos dos décadas de ajuste fiscal y sólo logramos salir cuando empezamos a combinar el control de la inflación con la distribución de ingresos, la apuesta por el mercado interno y las políticas de exportación. Creo que si hubiéramos actuado de otra forma, América Latina habría salido antes de la crisis. Es muy difícil salir de una crisis sin un mínimo de crecimiento, porque cada ajuste profundiza en el déficit y el desempleo.

Rajoy, que hoy cumple un año del triunfo electoral que le aupó al poder con mayoría absoluta, respondió con una pregunta retadora a los cuestionamientos sobre la eficiencia de sus políticas públicas, sobre todo económicas, que han elevado la cifra de desempleados hasta rozar los seis millones y no ha sacado de la recesión a la economía. ¿Qué habría pasado si no hubiéramos tomado estas medidas? Son difíciles de explicar y comprender y dañan a la gente, pero son imprescindibles para crear riqueza en el futuro.

En una medida inédita en países europeos, el gobierno español anunció un nuevo plan para atraer inversión foránea, en el que cualquier ciudadano extranjero que compre un inmueble por más de 160 mil euros (2 millones 700 mil pesos) tendrá en forma automática la residencia legal en el país. Así lo confirmó el propio Rajoy y el autor intelectual del plan, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, quien justificó que no se podía poner un límite de precio más bajo, porque generaría una demanda masiva de permisos de residencia.