En el último día de El Buen Fin, cientos de capitalinos abarrotaron las tiendas de autoservicio y departamentales en busca de buenas ofertas.

Desde antes de la apertura de las tiendas, la gente se aglutinó para ser de los primeros y ganar los televisores, computadoras, teléfonos o ropa.

Luego de recorrer los pasillos de las tiendas sus sueños se esfumaron, ante etiquetas de agotado o vendido, y espacios vacíos.

La posibilidad de solicitar un producto para entrega posterior ayer no fue posible. Ya no tenemos nada en bodega y lo que llegue será a un precio mayor, explicaban empleados.

Los clientes que encontraron el producto deseado reconocieron que fue retiquetado y el descuento ofrecido es menor, pero te regresan 10 a 20 por ciento en monedero electrónico, te devuelven una mensualidad o pagas hasta 12 meses sin intereses.

Lo anterior provocó que mucha gente comprara sus regalos de Navidad, la computadora que necesitan los niños o cambiaran la televisión, el celular o la sala de la casa.

Por la posibilidad de pagar en un año compras muchas cosas que deseas. Es una gran oportunidad y la aprovechas, como todos los que vivimos al día, aunque al rato vengan las apuraciones, pero no tienes de otra, coincidieron algunos entrevistados.

Otros empeñaron algunas joyitas para cambiar sus muebles o comprar las vacaciones del próximo año aprovechando los descuentos que ofrecen las tiendas y pagarlo a meses, pues la verdad están muy bien, y con el aguinaldo sacamos las cosas del empeño.

Los comerciantes del segundo mercado prehispánico, La Lagunilla, también incrementaron sus ventas entre 15 y 50 por ciento, aunque las transacciones se realizaron en efectivo.

Desde el viernes, señaló Carlo Montaño, la gente regresó a nuestras calles a buscar sus salas, comedores, recámaras o piezas sueltas en alguna de las 125 mueblerías.

El presidente de la Asociación de Muebleros y Artesanos de La Lagunilla del Centro Histórico AC señaló que la instalación de cámaras de videovigilancia, la presencia de un batallón y juzgado cívico garantiza la seguridad de los clientes.

Luego de varios años de lucha logramos también que la gente regresara al mercado tradicional de muebles, varios y zapatos de Granaditas, donde se venden productos ciento por ciento mexicanos, con mucho éxito, comentó.

Confió en que, juntamente con las próximas autoridades capitalina, se consolide el corredor turístico-comercial Granaditas-Garibaldi y El Buen Fin sea todo el año.

Pequeños negocios, afectados

Los pequeños comercios, sin embargo, no tuvieron buenas ventas. La falta de apoyo de los proveedores para ofrecer descuentos y la imposibilidad de que la gente pague a meses sin intereses provocaron que los menos tuvieran alzas de entre 5 y 15 por ciento.

Las tienditas de la esquina, las tlapalerías o papelerías se mantuvieron sin cambio, aunque algunas presentaron bajas, porque la gente se volcó a las tiendas de autoservicio, señaló el presidente de la Cámara de Comercio en Pequeño (Canacope), José Juan Rosas Uribe.

El Buen Fin, reconoció, se posicionó en este segundo año y benefició a algunos servicios de asesoría, dentales o médicos, pero a la gran mayoría de los 32 mil –de un total de 200 mil– micro, pequeños y medianos comercios agremiados a la Canacope, “no les fue tan bien.

La época navideña continúa siendo la mejor temporada de ventas para nuestros socios, pues la gente acude a la tiendita de la esquina por pan, refrescos u otro producto que les haga falta; no tiene grandes inventarios como las tiendas de autoservicio, para desplazarlos, comentó.