17 de noviembre de 2012     Número 62

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada

Distrito Federal

Milpa Alta: jóvenes difundiendo cultura

Juan Carlos Loza Jurado y Flor S. Hernández Villegas
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Al sureste del Distrito Federal (DF), en Milpa Alta, la delegación más rural de la ciudad, hace 15 años formamos el Grupo Cultural Atoltecayotl. Surgió primero como agrupación de jóvenes que organizábamos actividades culturales (plástica, teatro, poesía y música). Los espacios de participación eran mínimos y la autogestión era la vía de realización; parroquias, pequeños comercios, amigos y familiares nos apoyaban en esos primeros intentos que teníamos por difundir el “talento local”.

A poco de organizados también buscamos alternativas económicas, y aunque somos originarios de la zona, no teníamos tierra propia para trabajar o seguíamos apoyando a la familia en los cultivos locales, maíz y nopal principalmente. Así, con un poco de capacitación, integramos un proyecto que para su tiempo resultó una novedad: “el turismo alternativo”. De esa experiencia aprendimos que muchas de las cosas que intentábamos correspondían a toda una política estatal o delegacional que no existía, que los jóvenes no eran tomados en cuenta en sus proyectos productivos, y que no había interés por fomentar proyectos “independientes” que no vinieran de agrupaciones corporativas o partidistas.

De esa etapa, la demanda y falta de experiencia en el tema turístico nos sobrepasó y también nos dimos cuenta de que hacía falta mayor conocimiento e información de parte nuestra para poder sostener y guiar una actividad que no fuera depredadora con el entorno, que culturalmente fuera aceptada y que beneficiara a nuestras comunidades. Como resultado de aquellas experiencias, la agrupación estableció sus primeros objetivos: participar en el rescate, preservación y difusión del patrimonio cultural y natural de Milpa Alta y la región sur del DF; participar en todas aquellas acciones encaminadas a promover el desarrollo comunitario, el desarrollo sustentable y rural de las comunidades originarias, y promover el fortalecimiento de nuestras comunidades involucrándonos en la conservación y enriquecimiento de los recursos naturales y culturales, entre otros.

A partir de entonces, sobre todo del año 2000, nos dedicamos a la investigación, elaboración y difusión de materiales audiovisuales e impresos, así como a la gestión y promoción de talleres que involucran de manera directa la cultura y saberes locales como una forma de reconocimiento y revaloración de lo propio. Personajes, costumbres, tradiciones, medio ambiente, historia y memoria oral de nuestras diferentes comunidades de Milpa Alta son lo que reflejan los libros, videos, audios, postales y fotografías que producimos. De esta etapa de trabajo hemos logrado –a veces con apoyos institucionales complementarios y la mayoría de las ocasiones con recursos propios– la publicación de diversos materiales que, hemos notado, de manera modesta, han contribuido afortunadamente al reconocimiento y aprendizaje de niños y jóvenes del entorno natural y cultural de la zona. Y aunque la distribución y el tiraje de los mismos son limitados, son a donación en su mayor parte.

De entre los materiales que se han realizado, sobresalen videos, documentales, libros y discos de audio e interactivos. En el caso de los documentales algunos han tenido reconocimiento y difusión en festivales nacionales y extranjeros como: La flor y el canto de Milpa Alta (2003), Doña Luz. Imagen y palabra de México (2005), Tejiendo tradición. El telar de cintura en Milpa Alta (2006) y Sureste, nuestro ambiente (2007). Entre los libros editados por la agrupación, algunos en náhuatl y español, se encuentran Frente al tlecuil (2004), Viva Milpa Alta. Relatos de la Revolución (2009), Flora y fauna de Milpa Alta (2010), Frente al tlecuil. Relatos tradicionales de Milpa Alta. Ixpa in Tlecuilli. Momoxco Zazaniltin (2010). De las ediciones digitales sobresalen Relatos de mi pueblo (CD de audio, 2007) y Milpa Alta y su ambiente (DVD interactivo, 2011). También hemos colaborado en las publicaciones: Quetzaltlahtolli. Palabra náhuatl contemporánea (1ª. y 2ª ediciones) y Aztecacuicame. Cantos aztecas (2006).

Finalmente, en los cinco años recientes participamos con los vecinos del barrio de Santa Martha, en Villa Milpa Alta en la gestión del proyecto para la construcción de un espacio comunitario; en la implementación de talleres artesanales y de capacitación, y en la promoción de actividades culturales: conferencias, presentación de libros, música y proyecciones de cine.

Procuramos que los talleres se vinculen con los saberes locales, para el impulso de las capacidades creativas y el fortalecimiento de la identidad local. Un ejemplo de estos talleres, que en algunos casos llevan ya varios periodos realizándose, es el taller de telar de cintura, que inició como un rescate en los años 2000-2003. Se pasó de un oficio que la comunidad ya casi había perdido a la implementación de un taller que ahora es tomado principalmente por jóvenes, hombres y mujeres que trabajan en el rescate de diseños tradicionales y la innovación de diseños en prendas para diferentes usos.

Otros ejemplos son el taller de lengua náhuatl, que a pesar de altibajos en su implementación continuamos impulsando y buscando estrategias para atraer a más público, el taller de producción radiofónica, que tratamos de mantener y que busca fortalecer un equipo humano para la producción de programas afines a la realidad y el contexto de nuestros pueblos, a la par que se está trabajando para poner en marcha una radio comunitaria.

Como se observa, la experiencia del grupo lleva acumulados ya algunos años en diferentes actividades, no sin tropiezos y obstáculos de diferente índole y eventuales crisis internas. Hasta la fecha seguimos luchando por mantener el esfuerzo en la elaboración de materiales, la implementación de talleres y la cristalización de diferentes proyectos que en esencia buscan siempre la participación y el destino de la comunidad milpaltense.

Para más datos y actividades de la agrupación sugerimos: http://www.revistas.unam.mx/index.php/biib/article/view/24284, Facebook: Csyc Santa Martha, Radiolamilparadio. Blogspot.com


Estado de México

Educación intercultural en la UIEM

Mindahi C. Bastida Muñoz

La educación institucional está transformándose rápidamente, debido a las exigencias de un mundo cada día más globalizado. El contacto entre culturas y el reconocimiento de los pueblos originarios en las legislaciones nacionales han abierto el camino hacia la reformulación del currículo. Son dos las principales propuestas de innovación educativa. Una enfocada al desarrollo tecnológico y científico y la otra a la interculturalidad. Esta última es la que nos ocupa como una forma de vida en el proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula, y que toca la formación filosófica, científica y humanística en la Universidad intercultural del Estado de México (UIEM). Esta Universidad fue la primera de las Interculturales (2003); actualmente hay más de diez de ellas en el país.

El término intercultural nos remite a pensar la relación entre culturas, es decir, a entrar en una relación obligada entre las manifestaciones propias de un individuo o un pueblo con otros para alcanzar una convivencia equitativa.
Desde esta perspectiva, la interculturalidad se reconvierte en un diálogo de saberes que permite hacer visible lo que ha sido silenciado por ser diferente o distinto.

La ausencia de la interculturalidad quebranta la armonía entre los pueblos. La respuesta es que teóricamente la interculturalidad debiera establecerse de manera vertical desde el contrato constitucional. Pero si no participan los “otros” difícilmente se apropiarán de esta práctica, porque la práctica intercultural puede anidarse más desde lo local, desde donde coexiste la diversidad cultural.

Al interior de una Institución de Educación (IE), como es el caso de la UIEM, la praxis intercultural obliga a un reconocimiento del otro y a una relación equitativa entre la comunidad universitaria. Por un lado, se alienta el reconocimiento de la composición cultural diversa de los estudiantes, profesores y administrativos. Por otro lado, se toma en cuenta, en el desarrollo universitario, los conocimientos tradicionales y propuestas de la comunidad universitaria, con énfasis en los estudiantes, para avanzar en el desarrollo y fortalecimiento de capacidades.
Esta relación se extiende a otros ámbitos de la sociedad, primordialmente entre los familiares cercanos de los miembros de la comunidad universitaria y entre las autoridades educativas de educación superior; a este fenómeno se le ha venido llamando vinculación con la comunidad diversa.

Aspectos relevantes de la educación intercultural. La educación intercultural debe dejar atrás la noción convencional superior/inferior y folklórica hacia los indígenas y cambiarla por una relación de sujeto a sujeto que implica la reflexión mutua de la asimetría y sus causas (Saldívar, 2004). El modelo de enseñanza-aprendizaje en la educación intercultural debe partir del conocimiento del contexto para conocer otros contextos, de la comprensión de lo propio para pasar a lo ajeno y así a una misma comprensión integral multifacética de las diferentes corrientes culturales de la sociedad en general (Bastida, 1999).

Autores como Muñoz (1997) y Casimiro (1998) indican las características que se deben definir en la educación intercultural:

Romper con la modalidad de ser una educación particular para los indígenas.

Una educación que se inserta como una de las modalidades de la educación para todos y toma en cuenta las diferentes aportaciones culturales y sociales que componen la sociedad.

Los contenidos deben partir de la realidad del educando incluyendo otras realidades para conocer diferencias y similitudes de diversas formas de convivencia.

Sin embargo, el modelo de la educación intercultural en la actualidad se ve limitado por algunos agentes sociales: las iglesias, las políticas tradicionales, e incluso algunas escuelas eliminan la diversidad cultural y su potencial creativo (Saldivar, 2004). Hasta la actualidad se han excluido del currículo escolar los conocimientos y valores de los pueblos originarios (Barraza y Gasche, 1995).

La UIEM. Las nociones de interculturalidad y educación intercultural aparecen en la educación pública indígena de la mayoría de las naciones latinoamericanas en el último cuarto del siglo XX (Muñoz, 2002). Bajo este contexto fue creada la Universidad Intercultural del Estado de México (UIEM), como una institución de educación superior requerida en la década de los 70’s por las organizaciones de pueblos originarios del Estado de México y concebida desde la Secretaría de Educación Pública, por medio de la Coordinación General de Educación Intercultural Bilingüe, con el soporte esencial de la Subsecretaría de Educación Media Superior y Superior de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de México.

La sede de la UIEM está en el municipio de San Felipe del Progreso, localizado al nor-noroeste del Estado de México, corazón de la región mazahua. El 6 de septiembre de 2004 la UIEM abrió sus puertas con tres licenciaturas: desarrollo sustentable, comunicación intercultural y lengua y cultura. La primera licenciatura representa la parte operativa de la UIEM con el enfoque de desarrollo local y regional desde la sustentabilidad en un ámbito global; la segunda representa la parte de difusión y de proyección de las culturas haciendo uso de las herramientas de los medios de comunicación para proyectar a las culturas desde lo intercultural y la licenciatura en lengua y cultura es la parte filosófica de la UIEM fortalecida con la reciente Ley de los Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas.

Recientemente se abrió la licenciatura de salud intercultural, que impulsa los saberes tradicionales en el ámbito de la salud.

En esta propuesta se apuesta a la visión latinoamericana de la interculturalidad, como uno de los significantes y significados que se traducen como base o principio definitorio del proyecto académico de la UIEM.
En síntesis, asumir a la educación desde una dimensión cultural, específicamente desde un enfoque de interculturalidad, es lo que puede otorgar una diferencia académica identitaria a esta universidad.

Lo que hace diferente a la UIEM desde su momento de fundación es el vínculo con las sociedades locales o culturas de la región, de ahí que su fortaleza identitaria se finque en el saber qué ofrece y a quienes lo ofrece; y a quienes lo ofrece de manera directa es a las comunidades del entorno.