Hoy, con 150 copias, se estrenará en México la película Morelos, que mantiene la polémica por la forma en que se obtuvo el presupuesto de 65 millones de pesos, aportados en su mayoría por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), sin licitación, sin concurso.

La controversia tuvo su clímax en el reciente Festival Internacional de Cine de Morelia, en el que el productor Luis Urquiza se negó varias veces a responder a los reporteros la pregunta de cuánto aportó el CNCA. Vean la película, dijo cortante.

Ayer, en conferencia de prensa efectuada en el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), Antonio Serrano, director de Morelos, trató de centrar la charla en el personaje y la historia, pero la insistencia en el tópico desviaba su fin. No obstante, informó que uno de sus planes es cerrar la trilogía sobre tema. Respecto del dinero dijo: ya Dios proveerá.

Las notas periodísticas sobre lo que se dijo en Morelia subrayan que con Morelos resurgieron prácticas que se creían superadas, en relación con el influyentismo o tráfico de influencias. Urquiza se ha limitado a decir que algunos gobiernos de los estados donde se filmó la cinta también hicieron aportaciones económicas.

Bueno, el dinero lo aportó Estudios Churubusco, agregó, sin precisar cifras.

El héroe, visto desde su lado humano

En Morelos, Serrano pone el acento en las batallas, en la guerra. José María Morelos y Pavón (1812-1815) es abordado desde un ángulo humano.

Precisó que en total fueron 23 las localidades, entre ciudades y pueblos, en los que se relata un fragmento de la vida del insurgente, hombre que después de ser un cura rural se volvió caudillo de la lucha de Independencia.

La cinta abarca de 1812 a 1815, que son los últimos años de la vida de José María Morelos y Pavón, quien tras burlar el cerco del general Calleja en Cuautla reorganiza sus tropas y toma la ciudad de Oaxaca; sin embargo, aun con más de la mitad del territorio mexicano en sus manos, se empeña en tomar el puerto de Acapulco.

En la película se observa la relación de Morelos con sus lugartenientes, su preocupación por crear instituciones propias y un ejército disciplinado, capaz de hacer frente a las tropas realistas. Se captan dos facetas indisolubles de la vida del héroe mexicano: sus contradicciones y sus pasiones.

Serrano afirmó que durante la realización de Hidalgo, la historia jamás contada, se interesó por la historia de la Independencia de México, pero sobre todo por algunos personajes entrañables. Morelos, el Siervo de la Nación, humilde cura de Carácuaro, tras apoderarse de unos cuantos fusiles, y seguido al principio sólo por un puñado de hombres, se volvió el gran caudillo de la guerra de Independencia después de la muerte de Miguel Hidalgo y Costilla...

Serrano agregó que la obra también aborda los días de gloria de Morelos, retratado como un personaje con claroscuros, dramático y con conflictos con algunas mujeres, su hijo Nepomuceno. “Lo que me sorprende es que fue un hombre que quiso fundar una nación.

“Lo del presupuesto de la película es una cosa de tratar de conseguir el dinero, pero hay que ver que se crearon empleos. Seguimos y la cinta ya está. Salimos con pocas copias, si se compara con las 500 de Hidalgo..., pero apostamos por el boca a boca. Pensar en más copias implicaría más gastos, y ante todo lo que ha pasado, mejor ahí la dejamos.”

La cinta dura hora y media. El guión es de Leo Mendoza y Antonio Serrano. Para el guionista, Morelos aportó uno de los documentos fundamentales en la historia de México: Los sentimientos de la nación.

El rodaje del largometraje duró ocho semanas y contó con la participación de 3 mil extras en total. La fotografía es de Serguei Saldívar. Morelos está personificado por Dagoberto Gama; Raúl Méndez interpreta a Mariano Matamoros; Juan Ignacio Aranda a Hermenegildo Galeana; Gustavo Sánchez Parra, a Matías Carranco; Stephanie Sigman a Francisca Ortiz, y José María Yazpik a Ignacio López Rayón.