Ya no me falta nada. He sido diplomático, publicista, estudié algo de economía, de biología, también dibujo, escribo; no fui músico, eso sí no se me dio, así que no me falta nada. Lo que me faltan son años y lucidez para seguir haciendo lo que quiero hacer, que es escribir y dibujar.

Habla el escritor Fernando del Paso, cuya novela Noticias del Imperio cumple 25 años de su publicación. Por ese motivo, el escritor e historiador recibirá un homenaje en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, el 27 de noviembre.

–Noticias del imperio unió las dos grandes pasiones de Fernando del Paso: la historia y la narrativa. Al México de hoy qué lo salva, ¿la historia o la literatura?

–México es un desastre, económicamente, socialmente, para qué hablar de lo que todo el mundo conoce, una violencia extrema; pero hay muchas clases de violencia: el robo de los políticos, la violencia es otra clase de violencia. Si hubiera unos paralímpicos de políticos intelectualmente discapacitados nos llevaríamos muchas medallas.

“No tengo las fórmulas, no puedo presumir de tener una. Creo, sigo creyendo firmemente que, aunque muchos expertos lo niegan, es resultado de una discriminación económica y social muy añeja, que arranca desde los tiempos de la Colonia y la Independencia, o sea, la mala distribución de la riqueza, la pobreza, es lo que hace surgir a la delincuencia, muchachos que no tienen futuro, los ninis que no estudian, no pueden estudiar y no consiguen buenos trabajos. Creo que eso es la causa, principalmente: mientras en México no haya más igualdad seguirá habiendo crimen violento. Aquí y en todos los países, en estas dimensiones, ya es para sentirse muy triste y muy atemorizado”.

Respecto de Noticias del Imperio, Del Paso señala: Nunca me he sentado a releerla, pero sí he releído muchos fragmentos grandes. Estoy contento con lo que escribí y con lo que se viene, porque por supuesto me halaga mucho que haya sido una novela que tiene tantos lectores, incluso muchos jóvenes, y que se celebren los 25 años de vida, dice el autor de José Trigo y Palinuro de México.

“No es lo mismo que Noticias del Imperio sea leído por una mujer belga que tenga ahorita 70 años, que por un joven mexicano que tenga 22; a cada uno le va a decir cosas muy distintas.

“Es tal la cantidad de información que recibimos por todos los medios electrónicos y la prensa y todo, que claro que la forma de leer un libro ha cambiado, pero no sabría decir cómo, porque es el lector el que cambia, no es el libro.

Siempre dicen que mientras más información tiene un libro, más le dice cosas distintas a los lectores, y eso se ha descubierto hace varios años.

–¿Cómo ha cambiado en estos 25 años?

–Como uno cambia paulatinamente, muy despacio, muy despacio, uno no se da cuenta. Si uno dejara de verse al espejo durante 25 años, se pegaría un susto enorme, pero no cambia necesariamente el intelecto: la mente no envejece en la misma forma que el físico. De modo que yo creo que claro que he cambiado pero que los cambios han sido consecuentes, porque no me arrepiento de nada de lo que he escrito, nunca.

Hoy Fernando del Paso (DF, 1935) se dedica a otro oficio: el de historiador. Después de muchísimos años de hacer equilibrios en la cuerda floja procurando no caerme del lado de la literatura totalmente o del lado de la historia, acabé por caer en este último.

Como dijo en una entrevista con este diario hace cinco años: dejó de escribir novela, de vez en cuando escribe poesía, pero está dedicado por completo a Bajo la sombra de la historia: ensayos sobre el islam y el judaísmo, una obra ensayística en tres tomos. El primero se publicó en 2011, el segundo aparecerá en unos cuatro meses y, para el tercero, me faltan unos dos años de vida y lucidez.

No he escrito novela porque he aplicado mis recursos literarios a la historia, que es otra cosa, otra pasión. La historia no es sólo una historia sino mil grandes novelas.

No hubo desencanto con la literatura, añade, para mí las mejores lecturas de mi vida han sido de literatura, no de historia. Estoy enamorado todavía de la poesía, de la literatura, el teatro, el cuento, lo que pasa es que siempre tuve un gran interés por la historia, ahora este interés me dominó. Si el día no tuviera 24 horas sino 100 estaría también leyendo literatura, dibujando, pero este libro que estoy haciendo es muy absorbente.