Aún no se ha probado que el principal objetivo del programa Oportunidades, romper con el círculo intergeneracional de la pobreza, se haya cumplido. Además, cuando los jóvenes concluyen sus estudios obtienen salarios bajos, similares a los que ofrece China, sostiene Enrique Valencia Lomelí, investigador de la Universidad de Guadalajara.

Mientras la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) asegura que durante el reciente ciclo escolar 319 mil jóvenes concluyeron su educación media superior como becarios de Oportunidades, y cada uno recibió 4 mil 450 pesos; la dependencia destinó en total mil 420 millones de pesos a este fin durante el año anterior.

A 35 años de que se estableció en México el Programa de Transferencias Condicionadas, en 1997 conocido como Progresa (Programa de Educación, Salud y Alimentación), y en 2002 se transformó en Programa de Desarrollo Humano Oportunidades, apenas han comenzado las evaluaciones acerca de si cumplió su principal objetivo, y los avances son mínimos, aseveró en entrevista Valencia Lomelí.

Entre 2000 y 2010 Oportunidades multiplicó 3.8 veces su presupuesto real y se trata de un mecanismo interinstitucional, coordinado por la Sedeso, pero también participan las secretarías de Educación Pública y de Salud.

En este lapso, ha mantenido el diseño central, que busca romper con la transmisión intergeneracional de la pobreza mediante el incremento de las capacidades básicas de las familias y el apoyo al acceso a bienes y servicios que les permitan adquirir habilidades, indica el documento Sistema de protección social en México a inicios del siglo 21, de Enrique Valencia, David Foust y Darcy Tetreault, editado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Señala que Oportunidades, por decisiones administrativas y de diseño, deja fuera hogares entre los más pobres del país que se encuentran en localidades pequeñas y aisladas. El sueño de Progresa-Oportunidades, según Santiago Levy, era dar más capacitación, más capital humano, trabajos mejor remunerados que ayudaran a salir de la pobreza. Pero el modelo económico no genera empleos de calidad, los que se ofrecen son de tiempo parcial, temporales y la mayor parte sin seguridad social, precisa Valencia Lomelí.

Explicó que los evaluadores internacionales, como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo insisten en que Oportunidades ha sido exitoso para reducir pobreza y desigualdad, pero muchos vemos que la reducción de la pobreza ha sido mínima y recientemente ha ido en aumento.

Oportunidades ha hecho que los pobres sean menos pobres, porque hay una transferencia en efectivo; el indicador mejora, pero no salen de la pobreza.