Saltillo, Coah., 11 de noviembre. Con la estela de muerte que supera los 60 mil asesinatos y los abusos en contra de los obreros, Felipe Calderón es el presidente más inmisericorde, cruel y sangriento que ha tenido México, acusó el obispo de Saltillo, Raúl Vera López.

Desde que tengo uso de razón, el más inmisericorde, el más cruel presidente que hemos tenido ha sido este señor. Ha hecho las cosas más crueles contra este país, nadie había causado con una acción como la que él decidió para enfrentar al crimen organizado, nadie en los años recientes, ningún presidente en este país había dejado la estela de muerte que él dejó, afirmó en breve entrevista tras oficiar misa en la catedral de Saltillo.

Aseguró que el trato demostrado a los obreros lo convierte en el mandatario más inmisericorde contra la clase trabajadora, lo cual se ratificó al enviar al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma laboral que elimina los derechos laborales.

La manera como ha tratado a los obreros de Luz y Fuerza del Centro, a los de Cananea, a los de La Estrella (fábrica textil en Parras, Coahuila, en huelga desde hace más de un año) y ahora a todos los trabajadores de México con esta iniciativa de ley, es la persona más cruel que hemos tenido en los años recientes, la más sangrienta, porque no solamente es sangre la que se ha derramado en la guerra, es sangre la que van a dejar esos pobres obreros en sus fábricas, porque van a ofrecer su salud, les están quitando todos los derechos.

Acusó a Calderón de comprometer a los trabajadores mexicanos por favorecer intereses internacionales. Con la aprobación de la reforma laboral, dijo, “están poniendo al país en manos del comercio mundial, de los adinerados del planeta; el señor presidente tuvo que hacer tratados de este tipo con los bancos internacionales, por supuesto que está pagando.

Qué prisa para que tenga que hacer esto antes de que se vaya, quiere decir que lo comprometió. Luego también los partidos políticos que se van detrás de esto, parece una agandallada. No podíamos esperar otra cosa del señor Felipe Calderón, sentenció.