La Cámara de Diputados mantiene en la opacidad el gasto que se destina a la remodelación de las oficinas de los integrantes de la 62 Legislatura, pues a diversas solicitudes de información sobre el monto de los recursos dedicados a los cambios estéticos en infraestructura ha respondido que no se han tramitado contratos para ese fin.

De hecho, la remodelación está a cargo de cada grupo parlamentario, que tampoco entrega un reporte sobre los espacios que desde el primero de septiembre pasado han sido adecuados, ampliados o sustituidos, aunque las obras en el Palacio Legislativo son evidentes.

Diputados aseguran que el cambio de paredes de tablarroca y plafones, pintura, así como actualización de redes de cómputo y de telefonía, además de la compra de computadoras y mobiliario nuevo, dependen de la negociación que en lo individual realizan con los diferentes coordinadores parlamentarios, que autorizan el gasto a través de cada área administrativa. Los fondos se obtienen de las subvenciones a los grupos que integran esta legislatura.

En febrero pasado, en atención a una solicitud de información pública, la presidencia de la mesa directiva de la Cámara de Diputados respondió que los datos sobre remodelación de los despachos de los legisladores se podría localizar en los programas anuales de adquisiciones, arrendamientos, obras públicas y los servicios relacionados con las mismas.

Tales programas, añadió, se encuentran disponibles en la página web de la Cámara, y el oficio de respuesta incluía una liga al comité de administración, pero sin un acceso directo al programa 2012.

Además, no existen en el programa –que consta de 67 cuartillas y fue autorizado por el comité de administración– los datos específicos sobre lo que cuesta remozar las oficinas de cada uno de los 500 diputados.

La información que el programa anual contiene no se refiere específicamente a los contratos con empresas, adquisición de materiales y espacios físicos destinados para los legisladores por grupo parlamentario, sino a los servicios de obra de la infraestructura común, oficinas administrativas, mantenimiento de los nueve edificios del complejo y el salón de plenos.

En el informe que sobre el destino de las subvenciones entregó cada grupo parlamentario a agosto, al fin de la 61 Legislatura, tampoco se incluye en detalle el gasto en esas reparaciones, sino que cada uno incluye un egreso en el rubro 2400 (Materiales y artículos de reparación y construcción).

El 12 de septiembre, la mesa directiva respondió a otra solicitud de información con los reportes o documentos en los que consten las autorizaciones de remodelaciones durante 2012, así como la ubicación, en qué consisten, su justificación y costo, que la Dirección de Recursos Materiales no realizó remodelación alguna entre el primero de enero y el 31 de agosto.

A otra solicitud para que la cámara informara cuánto dinero se ejerce para la remodelación de los diputados de la 62 Legislatura, de dónde provienen los recursos y qué tipo de remodelaciones se realizaron, se contestó el 25 de septiembre que la misma dirección no ha tramitado la remodelación de oficinas de los legisladores. La misma respuesta se dio a otra petición, el 25 de octubre.

Finalmente, el 29 de octubre, a una pregunta similar se argumentó que la Dirección de Programación, Presupuesto y Contabilidad de la Cámara informa que no tiene registrado presupuesto para tal fin.