Monterrey, NL, 9 de noviembre. La falta de credibilidad es el más apremiante problema que enfrenta la joven democracia mexicana, pues con apenas 12 años de vigencia, ya un tercio de la ciudadanía no cree que sus procesos electorales sean honestos, equitativos, claros y bien informados, afirmó el analista político, Lorenzo Meyer, durante su participación en el Tercer Congreso Internacional de Historia.

En el encuentro organizado por el Centro de Información de Historia Regional de la Secretaría de Extensión y Cultura de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), Meyer expuso que tan sólo de 2010 a 2011 la aprobación de los ciudadanos a la democracia mexicana cayó de 49 a 40 por ciento, de acuerdo con encuestas realizadas por la Corporación Latinobarómetro.

Citó entre los principales puntos débiles del sistema democrático la gran desigualdad social, corrupción, impunidad y falta de trasparencia; pobre crecimiento económico; un deficiente sistema educativo y un entorno generalizado de violencia.

Sin embargo, dijo, el problema más apremiante es el de la pérdida de credibilidad, hay una parte sustantiva de la sociedad, alrededor de un tercio de los ciudadanos, que no cree que los procedimientos electorales sean honestos, equitativos, claros y bien informados, situación que puso en duda la legitimidad de la última elección presidencial, por el uso de los medios masivos de comunicación, principalmente los electrónicos y mecanismos de financiamiento como el caso Monex.

Sobre los problemas de fondo, dijo, está sobre todo la grave situación de disparidad social, porque si la democracia significa igualdad política, al menos en el momento del voto, el entorno en el que se da en México es de desigualdad creciente.

La situación de violencia, consideró Meyer, es resultado de una falla de fondo de la autoridad ... de su corrupción y su incapacidad para un diagnóstico adecuado y no tiene instrumentos para enfrentar el problema de manera eficaz.