Noches de terror en Saltillo
Martes 6 de noviembre de 2012, p. 2
El sacerdote Pedro Pantoja Arreola, director de la Casa del Migrante Belén, en Saltillo, Coahuila, compartió el testimonio de un migrante hondureño, vertido en sólo una de esas noches de terror, que se viven diariamente
en esa ciudad, cuando los centroamericanos se reúnen a narrarse mutuamente sus sentimientos y abren su historia y su memoria
.
Durante el Encuentro Internacional de Defensorías: La protección de los derechos de las personas migrantes en México y Centroamérica, Pantoja leyó: “esto fue hace mes y medio. Veníamos como 80 en el tren. Recuerdo que veníamos antes de San Luis Potosí. Tal vez fueron Los Zetas los que entraron al tren. Nos despojaron de todo: mochilas, suéteres, chamarras y hasta zapatos. Luego eligieron a 10 para secuestrarnos; eramos los más jóvenes y fuertes.
“Nos llevaron a un rancho en la sierra. A todos nos colgaron y encueraron. Nos golpearon con tablas. Luego nos torturaron. A mí me cortaron uno de los testículos y con otro cuchillo me rebanaron un pedazo del pene. Como estaba muy ensangrentado, perdí la conciencia, y cuando desperté estaba en un hospital.
Las enfermeras y los doctores me dijeron que me encontraron muy ensangrentado a la orilla de la carretera. Ahora estoy aquí y les pido que me ayuden a curarme estas heridas.