ace 30 años, el dirigente magisterial democrático Víctor Ariel Bárcenas fue víctima de una agresión artera. El 5 de junio de 1982, enfrascado en una lucha sin cuartel contra el charrismo sindical de Carlos Jonguitud y Elba Esther Gordillo, fue violado por cuatro pistoleros. Desde tiempo atrás había recibido amenazas. Al despedirse le dijeron: no hables porque te mueres
. En lugar de guardar silencio, Víctor Ariel denunció la vejación.
La ofensa quedó impune. En lugar de que se encontrara a los culpables y se les castigara, Víctor Ariel fue cesado como maestro, de manera prepotente e injusta, por el gobernador Lauro Ortega Martínez. En Tepoztlán daba clases en la escuela primaria Miguel Salinas, y en la preparatoria por cooperación Quetzalcóatl.
Víctor Ariel Bárcenas fue el primer secretario general de la sección 19 del SNTE. Fue elegido democráticamente en un congreso de masas, realizado en la plaza de armas en Cuernavaca, al concluir una huelga de hambre de 75 delegados, electos democráticamente. Destacó como uno de los líderes más sólidos de la insurgencia sindical de 1981-82, y de la huelga constitucional en la que se demandó que el Issste funcionara con eficiencia y profesionalismo, aumento salarial, descongelamiento del sobresueldo y democracia sindical.
Para reparar un grave daño y hacer justicia, un amplio grupo de ciudadanos, entre los que se encuentran el poeta Javier Sicilia, el periodista Ignacio Suárez Huape y el sociólogo Guillermo Peimbert, solicitó a René Santoveña Arredondo, secretario de Educación Pública del estado de Morelos, que Víctor Ariel Bárcenas sea reivindicado en su dignidad y derecho al trabajo.
Su demanda se apoya en la existencia de un punto de acuerdo, votado unánimemente en el Congreso local e impulsado por el diputado Héctor Salazar Porcayo, que exhorta al secretario de Educación a admitir y procesar la reparación del daño que incluya la reinstalación, el pago de salarios caídos, la designación como director general de Educación, y la inmediata y posterior jubilación del profesor Víctor Ariel Bárcenas Delgado, despedido ilegal e injustamente del sistema educativo de la entidad en 1983.
Víctor Ariel nació en Córdoba, Veracruz, el 11 de septiembre de 1951, en el seno de una familia integrada por dos hermanos y tres hermanas. Pasó parte de su infancia en esa ciudad, Alvarado y el puerto. Su padre, Fausto Bárcenas Carrasco, fue masón, maestro rural en ese estado y colaborador con la Liga de Comunidades Agrarias. Según relata su hijo, los caciques lo odiaban al punto de que el día de su boda con Inés María Delgado Figueroa, maestra del taller de corte y confección, intentaron envenenarlo.
El profesor Bárcenas cursó la primaria en la escuela El Pensador Mexicano, en Santa María la Ribera, en la ciudad de México. Su maestra de primer año se llamaba Oliva Arjona Argáiz y participó en la lucha con Othón Salazar. Recuerda cuando las clases se suspendieron por el paro magisterial, y ella regresó, con moretones en la cara, estaba muy irritable al punto de gritarnos; en el salón se respiraba un denso dolor
.
Asistió a la secundaria número 46, conducida por una brillante maestra de matemáticas, Esther Rosano Amelio, que amaba su profesión y procuraba acercar a sus alumnos a experiencias de formación más allá de la currícula. Su padre enriqueció la formación de sus hijos, llevándolos al teatro, a la Feria del Libro, a muestras de cine, al Instituto de Intercambio México-Checoslovaquia. En su casa se leía la revista Siempre! y se escuchaba La hora nacional.
Víctor Ariel estudió en la Escuela Nacional de Maestros. El movimiento del 68 estalló cuando cursaba el final de sus estudios. A punto de ir a Tlatelolco el 2 de octubre, su padre les ordenó regresar a la casa porque había visto pasar los tanques rumbo a la Plaza de las Tres Culturas.
El profesor Bárcenas comenzó su trabajo de maestro en la escuela primaria Liberal, cerca del museo Anahuacalli. Fue entonces cuando se interesó en el yoga, y se formó como discípulo de Swami Pranavanada Saraswati. Conoció a dos roshis: Ejo Takata, quien fue maestro de Alejandro Jodorowsky, y Roshi Philip Kapleau.
Se fue a vivir y trabajar en Morelos invitado por Blanca Domínguez, con quien fundó el Círculo Yoga de Thapastana y la Cooperativa Padmaxóchitl. Enseñaban y elaboraban alimentos a base de soya. Ella le enseñó a leer a Jeremy Rifkin y a Arnold Toynbee.
En Tepoztlán, Víctor Ariel participó activamente en la lucha contra instalación del teleférico, del periférico (una calzada trazada al pie de los cerros para que por ella transitaran landós jalados por caballos para pasear turistas) y del club de golf. Allí trataron de asesinarlo a machetazos a plena luz del día. En las paredes aparecieron pintas demandando: ¡Muerte a Ariel Bárcenas! ¡Mueran los arielistas!
Defensor incansable de la educación pública, la ecología y los derechos humanos, Víctor Ariel participó con Alejandro Calvillo en un documental sobre la planta nuclear de Laguna Verde. Como funcionario educativo en San Luis Potosí, desarrolló una propuesta educativa innovadora y de gran calidad: Los guardianes de la tierra
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En ese estado denunció el grave daño a la salud de los niños provocado por la contaminación de plomo generada por las operaciones de la empresa minera Industrial Minera México. Junto a varios grupos ambientalistas denunció, ante la PGR y la Profepa, la instalación de dos termoeléctricas de Cemex y Peñoles en Tamuín. Asimismo ha señalado la devastación y el ecocidio en Cerro de San Pedro, perpetrado por la empresa canadiense New Gold Minera San Xavier.
Víctor Ariel es un educador comprometido con la defensa de los derechos humanos y el medio ambiente. Hombre congruente con sus convicciones, dice lo que piensa sin miramiento alguno y sin temer remar contra la corriente. Es el momento de que el gobierno de Morelos repare el grave daño que se cometió en su contra. Es la hora de la justicia.