Jueves 1º de noviembre de 2012, p. 46
Nueva York, 31 de octubre. Sin exagerar, se puede decir que Shere Hite hizo conocido el orgasmo femenino y viceversa. Antes de la publicación del Informe Hite
en el año 1976, casi nadie conocía a esta doctora en historia y el orgasmo en la mujer era un tema que en realidad no era tal: si la mujer experimentaba un orgasmo, estaba todo bien. En caso contrario, no se hablaba de ello.
Hite revolucionó la investigación de la sexualidad con sus controvertidas tesis. El 2 de noviembre la estadunidense cumple 70 años.
Hite nunca se acercó al estereotipo de la feminista. Le gustan las grandes apariciones, y éstas las logró con un cuerpo de modelo y una cabellera rubia, hasta que el aviso publicitario de una máquina de escribir que ella protagonizaba decía: La máquina es tan lista que ella no tiene que serlo
.
Hite se convirtió en feminista y con el respaldo de asociaciones que defienden los derechos de las mujeres comenzó a encuestar a mujeres.
El resultado fue publicado en formato de libro. El Informe Hite de 1976 cayó como bomba. ¿Es así como debían ser nuestras amables esposas? ¿Qué sólo una de cada tres llegue al orgasmo al tener relaciones sexuales con su marido? ¿Por qué los hombres son egoístas en la cama? ¿Es por eso que casi todas las mujeres no se atreven a decirlo y recurren a la masturbación? Lo que desde hace mucho tiempo figuraba en revistas juveniles fue entonces una revolución: las mujeres llegan de manera diferente al orgasmo que los hombres y en la mayoría de los casos con menos frecuencia.
Por este motivo, para muchas la masturbación es algo totalmente normal, ya sea con la mano, una almohada, sobre la secadora de ropa o en la ducha.
Y para llegar al orgasmo necesitan la misma cantidad de tiempo que los hombres: en promedio cuatro minutos. El problema: antes nadie habló sobre el tema.
En principio no iban a publicarse más de 2 mil ejemplares del Informe Hite. Actualmente ya superó los 50 millones. No sorprende entonces que la revista Time la llamara la gurú del sexo
.
Sin embargo, Hite se mudó de Estados Unidos a Europa y en 1996 adoptó la ciudadanía alemana. En el país en el que nací ya no me siento con la libertad para continuar con mis investigaciones
, escribió en 2003.