Un sesgo de fatiga
en los entrevistadores los llevó a omitir varias preguntas, reconoce
Eran 16 millones; sin embargo, la falta de un mecanismo de supervisión y seguimiento puntual de datos explica que en el análisis de la información no se percataran del error
Jueves 1º de noviembre de 2012, p. 42
El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) se equivocó al realizar la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) 2008, primera que tuvo a su cargo, con lo que se subestimó el número de personas fumadoras y consumidoras de alcohol. Así, en lugar de 14 millones de fumadores que, se dijo, había en aquel año en realidad eran casi 16 millones, señaló Mauricio Hernández Ávila, director del organismo.
Dijo que la falla se originó en un sesgo de fatiga
de las personas que realizaron las entrevistas para la recolección de datos. Omitieron realizar varias preguntas que se derivaban de la relativa al consumo de tabaco/alcohol alguna vez en la vida. La falta de un mecanismo de supervisión y seguimiento puntual de los datos, así como de su comparación con los resultados de otros estudios, explica que durante el análisis de la información en aquel año, los investigadores no se hayan percatado del error.
Durante un taller a medios de comunicación para ahondar en los resultados de la ENA 2011, aseguró que se descubrió durante el análisis de la información de este nuevo ejercicio, catalogado como de medio camino, y para responder al interés del presidente Felipe Calderón de saber cómo va el control de adicciones
. Se observó que no había consistencia en la información y el INSP tuvo que reconstruir el trabajo de campo
para hacer las correcciones, dijo.
Señaló que el error fue evidente ahora, porque el indicador de consumo alguna vez en la vida
no cambia a lo largo del tiempo. En el caso del tabaco, la información original y errónea dio que 35 por ciento de la población general (12 a 65 años) había fumado alguna vez. La cifra correcta era 40.5.
Entre los adolescentes, se dijo que 8.8 por ciento, es decir, 1.2 millones de individuos, había consumido tabaco en el último año. Lo real era 11.5 por ciento, 1.6 millones de jóvenes. Entre los adultos, que eran 12.7 millones (20.6 por ciento) y ya con la corrección se incrementó a 14.1 millones (22.9 por ciento). La cifra real total de fumadores activos (en el último año) era de 15.7 millones de personas.
Para 2011, la prevalencia aumentó a 21.7 por ciento, es decir, 17.3 millones. Hernández Ávila aseguró que se realizó un análisis riguroso de la información para evitar nuevos sesgos, los cuales suceden con cierta frecuencia en estas encuestas
. Sin embargo, este problema no se registró en el estudio sobre comportamiento de uso de drogas ilegales, el cual está a cargo del Instituto Nacional de Psiquiatría, porque allá sí existen mecanismos de supervisión y vigilancia
que detectan cualquier irregularidad de inmediato, reconoció.
Cuestionado sobre la confiabilidad de datos de la ENA 2011, señaló que el reconocimiento de las fallas y su corrección debe dar confianza sobre la transparencia de la información. Sobre este tema ya se habían pronunciado académicos y organizaciones civiles que atribuyeron el retraso en la presentación de resultados de la encuesta a la renuncia de las autoridades a reconocer que la política antitabaco no había tenido el efecto esperado, y es que sin las correcciones el número de fumadores habría crecido en más de 3 millones de individuos entre 2008 y 2011, en lugar de 1.6 millones que se reporta en el estudio más reciente.
La ENA 2011 indica en el apartado de tabaco que del total de fumadores activos, 31.4 por ciento son hombres y 12.6 mujeres, mientras 52 por ciento de la población nunca ha fumado. En los datos globales se observa una disminución en el número de fumadores varones en la última década al pasar de 36.2 en 2002 a 31.4 por ciento en 2011. Pero, entre los adolescentes este comportamiento subió de 9 a 12.3 por ciento. El aumento más significativo lo reportan las mujeres de 12 a 17 años, que en 2002 aparecieron con un consumo de 3.8 por ciento y para 2011 fue de 8.1 por ciento. En los varones el consumo pasó de 14.3 a 16.4 por ciento en el mismo periodo.
Destaca que entre fumadores adolescentes y adultos casi no existen diferencias en cuanto a número de cigarros que fuman al día y el gasto que realizan. Dato revelador respecto de los menores de edad es que la mayoría reportó que compra cigarros en tiendas de abarrotes, lo que prohíbe la ley.