También disminuye la ansiedad y la depresión, además de mejorar la calidad de vida
Especialistas británicos proporcionaron con éxito un tratamiento de seis semanas a 227 pacientes que habían recibido quimioterapia
Defienden la exploración rutinaria como forma de salvar vidas
Miércoles 31 de octubre de 2012, p. 2
Londres, 30 de octubre. La acupuntura puede ayudar a aliviar la fatiga en las mujeres que han tenido cáncer de mama, además de reducir la ansiedad y la depresión, y mejorar la calidad de vida, según un estudio británico.
El cáncer y su tratamiento pueden causar dolor, estrés y anemia crónicas, contribuyendo al aumento de la fatiga. Por otra parte, la gente que sufre náuseas después de la quimioterapia puede no llevar una dieta nutritiva que mantenga sus niveles energéticos.
Para la investigación, publicada en Journal of Clinical Oncology, Alexander Molassiotis, de la Universidad de Manchester, y sus compañeros dieron seguimiento a 227 mujeres con fatiga alta o moderada relacionada con el cáncer que recibieron un tratamiento de seis semanas de sesiones de acupuntura y de otras 75 que no se sometieron a acupuntura.
Todas las mujeres habían recibido quimioterapia por cáncer de mama en los cinco años anteriores al estudio, y la mayoría había padecido cansancio crónico durante un año o más. Las participantes recibieron un folleto sobre la fatiga relacionada con el cáncer cuando comenzaron el estudio.
Tras seis semanas, la fatiga general había disminuido en al menos cuatro puntos en una escala de cero al 20 entre las mujeres que habían recibido acupuntura, en contraste con el descenso de menos de un punto en el otro grupo.
“La acupuntura es una intervención efectiva para resolver los síntomas de la fatiga relacionada con tratamientos de quimioterapia y mejora la ‘calidad de vida’ de los pacientes”, escribieron Molassiotis y su equipo.
Un buen principio
La mejoría fue entre leve y moderada
según Amit Sood, de la Clínica Mayo de Rochester, en Minnesota, no lo suficiente como para permitir andar a alguien que está confinado en su cama, pero quizás sí para hacer que la gente que está muy cansada como para realizar ejercicio, empiece a hacer alguna actividad”.
Los niveles de ansiedad y depresión, en una escala del cero al 21, cayeron otros dos puntos después de la acupuntura, en contraste con los niveles de las mujeres a las que sólo se les dio un material educativo. El bienestar emocional y físico se ve también muy estimulado por la acupuntura, según descubrieron Molassiotis y su equipo.
El estudio no prueba que fueran las agujas por sí mismas las que mejoraran los niveles de energía de las mujeres y los investigadores no pudieron certificar qué parte del beneficio se había producido por el efecto placebo
, es decir, sentirse mejor por las expectativas generadas.
Según un artículo de fondo publicado con el estudio, cerca de uno de cada tres pacientes oncológicos tienen fatiga persistente que puede continuar durante años después de su tratamiento. Los médicos normalmente recomiendan ejercicio moderado y sicoterapia para mejorar su energía, según escribió la sicóloga Julienne Bower, de la Universidad de California en Los Ángeles.
Pero Carol Enderlin, de la Universidad de Ciencias Médicas de Arkansas, dijo que la acupuntura podría ser una ayuda adicional, aunque recomendó realizar todo lo que se tolere, a menos que haya otros problemas con eso, tener buena alimentación, dormir lo suficiente y, si la fatiga persiste, plantearse que hay alternativas que complementan las opciones anteriores
.
Por otra parte, según una reseña publicada en la revista médica The Lancet, la exploración de posibles tumores en el pecho salva vidas incluso en casos en los que el tumor nunca les habría causado un problema.
El estudio independiente, encargado por la organización benéfica Investigación en Cáncer UK (CRUK, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Salud británico, sigue a un intenso debate internacional sobre los beneficios de una exploración rutinaria e investigaciones recientes que han argumentado que la pesquisa hace más daño que bien. Esto se ha convertido en un área de gran polémica
, dijo sir Mike Richards, director nacional de cáncer del Departamento de Salud y uno de los patrocinadores del estudio. Los críticos de la exploración rutinaria argumentan que las mujeres pueden verse sometidas a una cirugía innecesaria, radioterapia y medicación para tratar timores que no les hubieran planteado ningún riesgo.
Harpal Kumar, consejero delegado de CRUK, reconoció las deficiencias de la exploración; sin embargo, indicó que hasta que los ensayos sobre el cáncer de mama sean más avanzados, el control regular es la mejor opción.
La exploración sigue siendo una de las mejores formas de descubrir los primeros síntomas de un posible cáncer de mama, en una etapa en la que es probable que el tratamiento tenga más éxito
, dijo.
Sin embargo, como muestra el estudio, algunos cánceres serán diagnosticados y tratados, pese a que nunca supondrían ningún daño
, agregó.
Un conjunto de expertos dirigido por el profesor sir Michael Marmot del Colegio Universitario de Londres llegó a la conclusión de que la exploración evita unas mil 300 muertes al año en el Reino Unido, pero también puede llevar a que cuatro mil mujeres reciban tratamiento por algo que nunca les habría dado problemas.
Esto supone que por cada muerte que se evita, tres mujeres son diagnosticadas con una enfermedad peor de aquella por la cual consultan.
El equipo del estudio pidió mejorar la información; por ejemplo, en los folletos relacionados con la salud, para dar a las mujeres una imagen más clara tanto de los beneficios como de los daños potenciales antes de que acudan a hacerse una mamografía.
El cáncer de mama es el más común entre las mujeres en Gran Bretaña y afecta a una de cada ocho en algún momento de su vida. El programa de exploración británico invita a las mujeres de entre 50 y 70 años a hacerse una mamografía cada tres años, aunque se está ampliando el rango de edad a entre 47 y 73 años.
Mayores índices de supervivencia
Un diagnóstico temprano y mejores tratamientos han aumentado los índices de supervivencia hasta en 77 por ciento en 2007, frente a 41 por ciento en 1971, según CRUK.
Las conclusiones del estudio están basadas en el análisis de 11 experimentos que tuvieron lugar hace más de 20 años, evaluando si la detección terminó en el fallecimiento debido a la enfermedad, comparado a cuando no se realizan controles médicos.
El equipo reconoció que el estudio tenía limitaciones, y no sólo por la antigüedad, pero decidió que las pruebas eran lo bastante sólidas como para llegar a la conclusión de que las mujeres que se realizaron una pesquisa tienen un riesgo relativo de fallecer por cáncer de mama 20 por ciento menor que aquellas que no se hicieron ninguna prueba.
Harpal Kumar dijo que la investigación podría derivar en controles más sofisticados que distingan cánceres agresivos de aquellos que no lo son.
Esto, unido a una mejor comprensión de la predisposición genética y de factores como el estilo de vida que desempeñan un papel de riesgo en el cáncer de mama, podría suponer un cribado más específico y menos casos de diagnósticos de enfermedades peores a las reales.
Hasta que eso sea posible, recomendaríamos a las mujeres a las que se detecta algo poco común en la exploración que busquen consejo y barajen todas las opciones posibles con el mejor equipo de especialistas en cáncer de mama
, dijo Harpal Kumar.