Fue un gran explorador de la realidad, dijo Rodrigo Moya en la presentación de la obra
Se muestra un fotógrafo nuevo, atrevido, audaz y erotizado
, expresó Rebeca Monroy
Sábado 27 de octubre de 2012, p. 5
Veintiséis años debió esperar Nacho López (Tampico, 1923-DF, 1986), para que se publicara un libro de calidad sobre su obra.
Se trata de Nacho López: ideas y visualidad, volumen que sí logra transmitir su esencia, señaló su amigo Rodrigo Moya, durante la presentación que se realizó la noche del jueves en la Librería Rosario Castellanos, del documento que expone y analiza los aspectos de la producción e intereses del reconocido fotógrafo.
Ya antes había intentos de hacer libros sobre el trabajo de Nacho, pero excepto una buena síntesis en varias voces en un libro-revista, lo demás era más bien pobre. No nos transmitían esta esencia que sí logran transmitir José Antonio Rodríguez, Carlos Córdova, Alberto Tovalín y todos los que colaboran en esta edición
.
El acto resultó una emotiva reunión en la que los especialistas Rebeca Monroy y Ariel Arnal, acompañados por Benito Taibo como moderador, comentaron los entresijos del trabajo de un López retratista de la ciudad, cineasta, fotoensayista social, documentalista, experimentador con temas como la danza; y Moya, quien rememoró al personaje detrás de la cámara.
Además, entre los presentes estaban su hija, Citlali López y Lucero Binquist, su viuda; los editores del libro, Rodríguez y Tovalín, Natalia Rodríguez Priego, asistente editorial, el pianista, musicólogo y compositor británico Michael Nyman, el escritor David Martín del Campo, y Joaquín Diez-Canedo, director del Fondo de Cultura Económica (FCE).
“La impresión de Nacho que tengo –rememoró Moya– es de un maestro, un fotógrafo, un camarada que experimentó esencialmente sobre la vida que transcurría. Y luego provoca que esa realidad se mueva para hacer fotografías (...) Nacho no fue un fotoperiodista, fue un fotógrafo independiente, un gran explorador de la realidad, alguien que encontró en la cámara una manera de transmitir sus inquietudes y su protesta”.
Benito Taibo abrió la ronda de comentarios al caracterizar el libro como una caja de sorpresas
sobre un personaje del que parecía ya se había dicho todo: México era uno inventado de una manera en la lógica del nacionalismo revolucionario y llegó Nacho López y lo vio con otros ojos. Y eso venimos a contar hoy
.
Arnal en su intervención afirmó que contra los estudios especializados y monográficos previos, esta obra, gigante, es quizás la primera que procurará a su manera un Nacho López diverso, pero en un sólo tomo.... la vida y milagros de Nacho López (...) Es una edición muy cuidada. El libro es una joya, independientemente de que los textos adentro no
, bromeó.
Incluye un anexo con datos historiográficos de Nacho López, sugiriendo así que éste es un Nacho López revisitado. No podía ser de otra manera, ya que Nacho nunca se ha ido del mundo periodístico, artístico y editorial.
Monroy resumió: Pocas viejas fotografías, muchas muy nuevas, otras poco usadas o ligeramente usadas; rompe hoy con la desidia de años, con la inercia y la repetición de un Nacho López etnólogo, fotógrafo de la pobreza, del documento, del foto-ensayo. Está aquí un nuevo López, atrevido, audaz, erotizado, productivo, esteta de lo íntimo, donde los pies vuelan y las imágenes bailan
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El fotolibro fue coeditado por la Universidad Veracruzana, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y su Sistema Nacional de Fototecas, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Parametría y el FCE.