San Felipe del Progreso, Méx., 25 de octubre. En el corazón de la zona mazahua, el presidente electo, Enrique Peña Nieto, reiteró sus compromisos con las comunidades originarias y dijo que pronto, dentro de cinco semanas –el primero de diciembre asumirá el poder–, pondrá su mayor esfuerzo para implementar políticas públicas que permitan salir de la pobreza a millones de indígenas.

Peña Nieto fue recibido por el gobernador Eruviel Ávila Villegas, quien expresó que, por fin, el sueño que tuvimos durante mucho tiempo, la ilusión (de) varios de nosotros, hoy la vemos hecha realidad: los mexiquenses tendremos un presidente de la República surgido de esta entidad.

Tras manifestar su lealtad y apoyo al visitante, Eruviel Ávila solicitó a los presentes expresar una plegaria para que a Peña Nieto le vaya bien como presidente y actúe con mucha sabiduría, porque si le va bien al presidente, le va bien a todo México y más aún al estado de México.

Entre porras y gritos de respaldo, el presidente electo fue recibido en la comunidad de Dotegiare, a escasos 40 kilómetros de su natal Atlacomulco.

El mandatario electo rompió protocolos y salió del camino que le habían formado con vallas metálicas para saludar.

Peña Nieto se expresó orgulloso de regresar a su casa con sus hermanos indígenas. Manifestó que volvía aquí para recargar energías antes de acceder a la Presidencia, después de un largo proceso de transición.

El presidente electo dijo que no vino a hacer anuncios importantes, sino a confirmar los compromisos de campaña con las comunidades indígenas del país. Reiteró que pondrá en marcha un programa de educación bilingüe e intercultural, especial para las zonas indígenas, donde se respeten sus costumbres y tradiciones.