Fuera de El Plaza Condesa una fila de 200 personas serpentea y se extiende hasta dar vuelta al inmueble de la colonia Condesa. Invitados y representantes de medios de comunicación aguardan a que se les dé acceso. Es lunes y faltan escasos 50 minutos para que el sol se ponga. La espera se prolonga más de 70 minutos de la cita acordada, pero nadie abandona su sitio ni muestra impaciencia; al contrario, todos se ven tranquilos y hasta optimistas. La ocasión no es para menos, pues es la presentación del nuevo disco de Café Tacvba, titulado El objeto antes llamado disco. A primera oída, con esta producción de 10 canciones el grupo de Ciudad Satélite regresa a su inicios, al sonido característico que lo hizo único, pero, claro, con la experiencia de 23 años de andar en el rocanrol.

Ya dentro, familiares, invitados y representantes de los medios de comunicación toman asiento alrededor del escenario donde Rubén Albarrán, Emmanuel del Real y Joselo y Enrique Rangel presentarán su nuevo disco, grabado en vivo en diferentes países, con la producción de Gustavo Santaolalla.

Juan de Dios Balbi, mánager de la banda, se deja escuchar por el sonido de El Plaza: Quisimos hacer esto a diferencia de la tradicional conferencia de prensa; tocarán todo el disco para que lo escuchen y nos den su opinión.

Alegría por compartir

Aparecen los músicos sobre el escenario y, sincrónicamente, la ovación; todos vestidos de diario excepto, claro, Rubén, quien aparece con un disfraz de zopilote, que es el nombre que utiliza en este disco.

Rubén deja que la ovación baje de intensidad y dice: Es una alegría estar frente a ustedes y poder compartir este disco. Esperamos que lo gocen; siéntanse libres y no esclavizados a esa silla; si quieren párense a bailar, y soltó el primer track: Pájaros, que introduce inmediatamente en la atmósfera creativa musical de Café Tacvba, ese sonido que ha irrigado el espíritu y la mente durante los recientes 23 años a los gustosos y animosos seguidores del grupo.

Le sigue Andamios y después De este lado del camino, primer sencillo radial, que es su autorrevisión y/o exorcismo a su labor/albor creativa, porque, como dice el estribillo: He esperado tanto tiempo, tanto, tanto que/ ahora que he llegado a mí sólo quiero decir/ que sí.../Me amo/ Me amo. Como buen sencillo, fue la canción más ovacionada.

En cuarto lugar llega Espuma; Zopilote dice: Esta va para los más chiquillos, que hay bastantes, pero están disfrazados; una canción infantil y lúdica.

Llega la sexta canción: Olita del altamar. Algunos preguntan en broma si es Olita de tamal. Para ese punto a los integrantes ya se les pasó el nerviosismo; se sienten cómodos, felices y apoderados del escenario.

Acompañado por palmas Meme interpreta Aprovéchate, la canción más pura, en cuanto a sonido tacvbo se refiere: desparpajada, fresca, alegre y divertida. La más ponedora hasta el momento.

Sigue Zopilotes, que Rubén aprovecha para lucir plenamente su traje de ídem. Continúa con Yo busco y cierra con Tan mal, Llega de nuevo la broma: Ya ves, sí hay una que se llama tamal.

Pero si existiera un emocionómetro, marcaría el nivel más alto al final, con Volcán. Esta es para la madrecita, dijo Zopilote. Es una canción muy bella, capaz de hacer llorar, con la que hizo patente su influencia y hegemonía en Café Tacvba.

Llega el momento de algunas preguntas y respuestas para que el grupo despejara las incógnitas de los reporteros. Sucediéndose cada uno de los integrantes empezó Joselo, quien sintetiza: Este disco es la conjunción del pasado con nuestro presente.

Cambian los formatos, pero la música sigue

Después, Emmanuel del Real sobre el título del disco dice: El nombre surgió de una broma, como muchas cosas en Café Tacvba que empiezan así; sentíamos que más allá de ser un chiste reflejaba cómo han cambiado los formatos en la música y, personalmente, sentimos que podrán cambiar los formatos, pero la música siempre continuará. Además, siempre nos ha interesado el medio y el contenido de la música.

Luego, Rubén señala: “Cada vez que nos reunimos para hacer un disco, llegamos con muchas ideas. Para este trabajo nunca pensamos que fuera a ser de esta forma; surgió de manera espontánea e hizo que la identidad, que es Café Tacvba, regresara a sus inicios. Es una radiografía del grupo.

Hicimos un alto en el camino; bajamos la información que cada uno traía de sus proyectos personales, lo que enriquece al grupo para desarrollar nuevas ideas. Tomamos nuestras experiencias y las vertimos en el grupo.

Llega el turno de Enrique Rangel, a quien la pregunta sobre cómo se confrontaron ontológicamente a la hora de hacer el disco se le hace muy elevada. Quiere zanjar el asunto haciendo un chiste, pero al final pide que le cambien la pregunta por una más sencilla, y sólo dice: Estamos en un rencuentro con el público.

Como extra Café Tacvba se rifa con dos rolitas de su repertorio: Cómo te extraño y El baile y el salón.