El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro, planteó ayer a la Cámara de Diputados no perder la oportunidad extraordinaria de ser parte de la historia y aprobar, para el presupuesto 2013, los recursos suficientes que hagan realidad la obligación del Estado de destinar no menos de uno por ciento del producto interno bruto (PIB) a ciencia y tecnología.

Durante una reunión para presentar el documento Hacia una agenda nacional en ciencia, tecnología e innovación, el rector recordó que esta disposición está vigente desde 2004, y, por tanto, es necesario que al menos se incremente cada año una décima de punto porcentual del PIB para que la obligación legal se cumpla al menos en 2018.

Actualmente, y desde que en ese año la Cámara de Diputados aprobó una adición a la Ley de Ciencia y Tecnología, durante el sexenio de Vicente Fox, sólo se destina 0.4 por ciento del PIB a investigación científica y tecnológica.

Ayer, en el encuentro con la mesa directiva de la Cámara y la Junta de Coordinación Política, el director de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia, Guillermo Fernández, expuso que aplicar las conclusiones incluidas en el documento representaría la refundación de la ciencia en México.

En los discursos oficiales, los grupos parlamentarios del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN) se refirieron a la necesidad de destinar más recursos a ciencia y tecnología, pero no se comprometieron a votar en favor de ese objetivo.

El presidente de la Junta de Coordinación Política, Luis Villarreal (PAN), únicamente refirió que los países de altos ingresos gastan entre 1.5 y 3.8 por ciento de su PIB en investigación científica y desarrollo experimental y, sin detallar el monto que los sucesivos gobiernos panistas han destinado a este rubro, afirmó que México tiene un porcentaje de inversión en ciencia que está muy por debajo de la media de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

Desde 2004, el Senado aprobó un exhorto al gobierno de Fox para publicar la reforma, aprobada en abril, que no entró en vigor hasta septiembre, y destinar los recursos suficientes a ciencia y tecnología. Fox respondió a los senadores que era imposible cumplir con esa disposición.

Ayer, Villarreal afirmó: es urgente que el país modifique su contexto normativo, fomente reformas y ajustes institucionales, así como políticas públicas que permitan generar condiciones de mayor inversión en el rubro.

El presidente de la mesa directiva, Jesús Murillo Karam (PRI), afirmó que a los diputados les corresponderá convertir las aspiraciones sobre el desarrollo científico y tecnológico en ley.

Sin embargo, consideró que a la par de los avances también es necesario mesurarlos para que no se reviertan los efectos de la aplicación de ciencias y técnicas de manera perversa y asegurar que su desarrollo sea siempre e indefectiblemente en beneficio de la sociedad y, por ende, del cuidado de su entorno.

Porque, expuso, la ciencia y la tecnología han servido para sobrevivir, pero también han sido factor para que el crecimiento no se refleje en igualdad.