Se agudiza la crisis tras asesinato del general Hassan; el ejército pide cautela a líderes políticos
Martes 23 de octubre de 2012, p. 28
Beirut, 22 de octubre. Al menos siete personas murieron y decenas resultaron heridas hoy en enfrentamientos armados en esta capital y la ciudad costera de Trípoli, al recrudecerse la crisis política surgida tras el asesinato del general Wissam Hassan, jefe de inteligencia opositor al gobierno sirio de Bashar Assad.
El crimen del funcionario generó una crisis política en Líbano y el ejército pidió a los dirigentes de los partidos a ser cautelosos con sus dichos en público para no agrandar más las pasiones.
Las fuerzas armadas hicieron el pedido luego que sus efectivos se enfrentaron con hombres armados en los suburbios sureños de Beirut durante la noche y la mañana de este lunes, mientras manifestantes bloqueaban caminos incendiando neumáticos.
En un comunicado, el ejército manifestó su determinación de restablecer la seguridad y preservar la paz civil
en el país, e indicó que mató al palestino Ahmad Quaider de 20 años, quien disparó con un arma ligera contra una patrulla en el suroeste de la capital.
Los enfrentamientos armados en la capital se llevaron a cabo cerca de Tariq al-Jadida, barrio sunita vecino de algunas zonas musulmanes chiítas del sur de la capital.
En tanto, al menos seis personas murieron y 50 resultaron heridas en enfrentamientos que tuvieron lugar en la norteña ciudad de Trípoli, entre musulmanes sunitas que respaldan a los insurgentes sirios y alauitas que simpatizan con el presidente sirio Bashar Assad.
Ambas partes intercambiaron disparos y lanzaron cohetes, dijeron residentes. Entre las víctimas se encuentra una niña de años, quien fue asesinada por un francotirador.
El ejército se desplegó en la ciudad; sin embargo, por la noche seguía habiendo francotiradores emboscados, informaron las autoridades.
Líbano es un país multiconfesional donde cristianos, sunitas y chiítas representan cada cual un tercio de la población.
Si bien la mayoría de los sunitas es hostil al régimen sirio de Assad, la mayoría de los chiítas lo respalda. La comunidad cristiana está dividida, según algunos analistas.
Muchos políticos locales acusan a Siria de estar detrás de los manifestantes, que intentaron tomar el domingo el palacio de gobierno después del funeral de Hassan.
Los líderes de la oposición y sus partidarios quieren la renuncia del primer ministro Najib Mikati, bajo el argumento de que es demasiado cercano a Assad, y a la milicia libanesa Hezbolá, que forma parte del gobierno de Mikati y es aliada de Damasco.