Abrirán en Coyoacán muestra del artista vasco y su coterráneo Fernando Biderbost
Contrastan la vida en la urbe con un paisaje surrealista, adelanta
El mexicano tiene una cultura muy compleja, con muchos códigos, expresa el pintor a La Jornada
Martes 23 de octubre de 2012, p. 7
Los artistas Gorka Larrañaga y Fernando Biderbost convergen en la exposición titulada 2 atmósferas: pintura contemporánea en el País Vasco, la cual será inaugurada este miércoles en la galería Estación Coyoacán. Arte Contemporáneo.
Se trata de ambientes reales, creados dentro de un fondo blanco, juguetones, que aluden a la vida en la ciudad y contrastan con un paisaje surrealista, una pintura muy personal, autónoma, con influencias de Diego Velázquez y El Bosco.
Esa es la razón del nombre, explica en entrevista Gorka Larrañaga (1974), sobre la muestra. La gran coincidencia es su procedencia, aunque con técnicas muy diferentes: uno de formación académica, el otro autodidacta; dos generaciones y maneras de entender la pintura.
Gorka ya no es un vasco que vive en el DF; ahora es un vasco chilango. Intento resignificar todos esos elementos que construyen mi atmósfera cotidiana y llevarlos a la pintura
, expresa Larrañaga.
La evolución a partir de su llegada a la ciudad de México, hace siete años, proveniente del pequeño poblado de Azcoitia, en medio de un hermoso vallecito del País Vasco, es lo que exhibirá hasta el 17 de noviembre en la galería ubicada en Ortega 23, esquina con Carrillo Puerto, Coyoacán.
Cajas luminosas, creadas en 2008, permiten asomarse por ventanas del Metro, repletas de rostros, como parte de la obra que exhibe Gorka. Siempre he sido un pintor que trabaja mucho a partir del entorno. Saco las excusas para pintar secuestrando cuestiones
.
Luego de llegar a una ciudad tan grande como la de México, comentó, viniendo de un sitio tan pequeño, tan concreto, donde todos nos conocemos, tardé dos o tres años en desarrollar una mirada, no me sentía todavía asentado
.
Convertido en chilango
Fue en 2008 cuando Gorka Larrañaga comenzó a utilizar motivos de la ciudad y del transporte público. Se me hace muy curioso no repetir una cara; lo utilizas todos los días: la misma ruta y nunca se repiten las personas. De estas vivencias salen las reflexiones plásticas. Gorka se ha convertido en chilango
y esa evolución se ha hecho latente en su obra.
Trascendí la mera representación de ventanas del Metro y ahora mi trabajo es más experimental; entiendo más la ciudad, porque ya la he hecho mía. Pinto en el concepto del chilango, lo traduzco a la pintura. Resignifico elementos que son muy mexicanos, llevándolos al campo de una persona que ya ha empezado a ser mexicana.
Cuestiones como la cháchara, dijo, ocupan su obra. La compra, le da nuevo significado, la interviene, la digitaliza y la traslada al lienzo. Es todo un proceso, como intentar secuestrar cuestiones de mi cotidianidad en el DF y llevarlas a un campo pictórico. Al principio era la mera representación y ahora es tomar las sensaciones
.
De su lugar de origen, donde vivió 31 años antes de venir a México, comentó que Azcoitia se ubica en lo más profundo del País Vasco. Es como una reserva natural, donde se habla euskera casi al ciento por ciento, algo poco común donde lo habla apenas 40 por ciento de la población. Somos gente que por la orografía del lugar ha estado muy protegida y se ha mantenido la esencia de muchas cosas
, expuso.
Tenemos una raíz muy antigua, llegada hasta hoy día. Nos sentimos muy orgullosos de esa identidad e intentamos preservarla. Además, muchas veces se ha intentado terminar con ella; somos muy tozudos. Se está haciendo un esfuerzo para que prevalezca.
Ejercicio de sinergia
En contraste, Fernando Biderbost (1955) es de la ciudad de Bilbao, la más grande del País Vasco. Nos encontramos en la pintura
, habla sobre sus coincidencias a pesar de la divergencia.
Son muy diferentes las pinturas, pero hay un punto en el que se unen. Y el hecho de que somos vascos, pero de generaciones diferentes, resulta una especie de ejercicio de sinergia, pero de dos maneras que se encuentran y, combinadas en un mismo espacio, generan algo nuevo.
La pintura de Fernando, describió Gorka, es más autónoma, se desarrolla en la misma superficie pictórica en un juego en el que va dejando que fluya, todo está en el lienzo. Nunca parte de una idea, pues desde el comienzo va creando atmosferas, van saliendo sus personajes y al final queda un paisaje muy real y concreto.
El vacío y el espacio en blanco son parte de la esencia de la obra de Gorka Larrañaga. Eso, considera, se relaciona con la estética del País Vasco prevaleciente en su obra. Hay esa necesidad de preservar los espacios, eso es muy vasco
.
En contraste, lo ha combinado con formas muy barrocas, muy chilangas en la forma de ser en una ciudad muy cargada de estímulos. El mexicano tiene una cultura muy sofisticada, con muchos códigos
, opina Gorka, un vasco muy chilango.