La Habana, 19 de octubre. México y Cuba volvieron a revisar el estado del comercio bilateral, en lo que pudiera ser la última gestión de ese tipo del saliente gobierno del presidente Felipe Calderón con la isla.

Una misión oficial mexicana estuvo aquí el jueves y el viernes para discutir con autoridades locales la actualización del Acuerdo de Complementación Económica (ACE) que ambos países tienen, y que es el número 51 del esquema de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi).

La visita tiene por objeto continuar el diálogo bilateral sobre el ACE-51, informó a La Jornada un vocero de la embajada mexicana, sin ofrecer detalles del contenido.

Agregó que en la delegación estuvieron el subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, Francisco de Rosenzweig; el director ejecutivo de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Rogelio Granguillhome, y la ex senadora Yeidckol Polevnsky.

Cuba quiere revisar la lista de productos del acuerdo y reducir aranceles, con lo cual intentaría compensar el desnivel crónico de la balanza comercial con México. Además de una vieja demanda, esa es la contraparte que reclama la isla al discutir el sensible tema de la deuda común.

Renegociación de la deuda

Cuando el presidente Felipe Calderón vino en visita oficial en abril pasado, no pudo cerrar un acuerdo sobre la deuda que tiene el Banco Nacional de Cuba (BNC) con el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) de México.

Tras un litigio internacional de seis años entre ambos bancos, la deuda se renegoció en 2008, para fijarse en 413 millones de dólares, pagaderos a 15 años, con interés de 6 por ciento, cinco años de gracia para el principal y la garantía del Banco Central.

Algunos atrasos en el pago de intereses y recargos moratorios complicaron el servicio, además de que una cláusula sobre el cálculo de réditos originó una agria discusión.

Pero el problema más importante aún está por venir, porque en 2013 el BNC tendría que empezar a pagar capital. Una nueva restructuración se negoció antes del viaje presidencial, sin que se llegara a un acuerdo.

Durante el litigio por la deuda, el crédito mexicano se cerró. Además, entre 2008 y 2010 Cuba congeló las cuentas bancarias locales en moneda dura de sus proveedores extranjeros, todo lo cual produjo un entorno desfavorable, que deprimió el comercio bilateral.

Los dos países difieren en su registro. Según la Secretaría de Economía de México, el comercio bilateral fue de 373 millones de dólares, en 2011. La Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba reportó 380 millones en 2010, el más reciente dato disponible.